El ciclo electoral se ha cerrado y es hora de asentar los resultados de las dos citas con las urnas: primero, el 28 de abril y después el 26 de mayo. De los comicios generales, autonómicos y municipales se extraen tres conclusiones: la derecha ha visto cómo su voto se repartía entre tres partidos, uno de ellos de extrema derecha. La izquierda ha reducido su fragmentación respecto a 2015 y se ha resuelto en favor del PSOE que, a su vez, ha superado el número de mayorías absolutas en municipios medianos.

Así se expuso en Claustre Obert, el ciclo de conferencias y debates fruto de la alianza entre la Universitat de València (UV) y Levante-EMV, que ayer profundizó en los «Escenarios para los nuevos gobiernos», moderado por la subdirectora Isabel Olmos y protagonizado por tres politólogos de la Universitat de València: el catedrático de Ciencia Política, Pablo Oñate, miembro del Comité Ejecutivo de la Asociación Internacional de Ciencia Política (IPSA); y los profesores de Ciencia Política Juan Rodríguez-Teruel y Óscar Barberà.

Fue Rodríguez Teruel quien centró su discurso en los resultados de la izquierda. La estructura territorial de la que gozan PSOE y PP les ha dado ventaja respecto a los partidos no tan maduros como Cs y Podemos. En el caso de los morados, «no se presentaron en 2015 a las municipales y pareció positivo, pero ahora se ha revelado nefasto», dijo el profesor. No tiene una organización local a diferencia de Compromís, quien se ha beneficiado de ampliar el voto «de la izquierda radical pero también del centro», donde se está situando «con modestia», con buen resultado y sin perjudicar al PSOE, explicó Rodríguez-Teruel. Tanto en el caso de Podemos como en el de la coalición valencianista, se ha demostrado que con grandes personalismos ambos pueden triunfar: Manuela Carmena en Madrid, Ada Colau en Barcelona y Joan Ribó en València.

Mientras Rodríguez-Teruel explicó la situación de la izquierda, el profesor Oñate analizó qué ha ocurrido en la derecha. Lo más significativo es el fin del «excepcionalismo»: España es un país con un partido activo de la extrema derecha, un hecho que denota un «fallo del mercado electoral», es decir, había una demanda que ningún partido ha atendido. Además, la presencia de Vox en el Congreso y en las Corts muestra cómo la extrema derecha ha dejado atrás su estigma y es la razón por la que se ha fragmentado el espectro político conservador.

«En sus estrategias, PP y Cs condicionaron sus discursos a ganar el electorado a Vox y se dejaron el centro», explicó. Ahora, toca ver cómo pactarán y según Rodríguez Teruel, los socialistas preferirían a Cs «aunque sea para aniquilarlos en las próximas elecciones» porque, como matizó Oñate, «las políticas de pactos te exigen retratarte sobre con quién te coges del brazo».

Barberà, sin embargo, trató de explicar la importancia de los partidos regionalistas en sus comunidades autónomas y cómo condicionarán el pacto estatal, como es el caso valenciano de Compromís o Més en Baleares, fundamentales para formar gobierno. Preguntado por La Vall, el partido de Jorge Rodríguez en Ontinyent, cree que a medio plazo el PSPV.