Historia, tecnología y sostenibilidad han sentado las bases para transformar la tradicional barraca valenciana en una vivienda eficiente y ecológica. Azalea, el equipo de 46 alumnos de la Universitat Politècnica de València (UPV), ha creado un habitáculo autosuficiente de 80 metros cuadrados y 7 metros de altura que mantiene la estructura de la barraca para competir en la Solar Decathlon Europa -el concurso más importante del mundo en vivienda sostenible y eficiente-, que se celebrará del 26 de junio al 28 de julio en Szentendre (Hungría).

Alina Marín, estudiante del Grado en Ingeniería de la Energía y miembro del proyecto explica que han intentado «respetar al máximo la barraca, pero siempre actualizándola a lo que necesitamos hoy en día». La estudiante asegura que el proyecto comenzó hace dos años, cuando «el jurado se enamoró» de la barraca por la historia que hay detrás y decidió que fuera «uno de los 16 proyectos seleccionados de todo el mundo».

«Intentamos conseguir las mejores prestaciones con el menor impacto», comenta Marín. De hecho, uno de los objetivos principales de Azalea es la reutilización: por ejemplo, el material utilizado para aislar térmica y acústicamente la vivienda es corcho de botella triturado.

Joan Ribó, alcalde en funciones de València, declaró en la presentación que esta barraca «conjuga la figura literaria e histórica de València y su huerta con las nuevas tecnologías», y felicitó a los alumnos de la UPV por «utilizar las nuevas tecnologías para ahorrar energía». Ocho camiones fletados por Leroy Merlin transportarán la vivienda hasta Hungría, donde los estudiantes de la UPV tendrán 14 días para volver a montarla y 14 más para demostrar que la barraca del siglo XXI es la iniciativa más eficiente y sostenible del concurso.