El segundo escalón del Botànic va a tener un perfil político muy acentuado. Muchos de los nombramientos, especialmente en Compromís, hay que entenderlos en clave de partido. Una de las novedades confirmadas ayer y avanzadas el día antes por este diario es la del exsecretario de Organización del PSPV Alfred Boix (Gandia, 1967) que entra en Presidencia para asumir la secretaría autonómica de Promoción Institucional y Cohesión Territorial.

También entran en el Consell por la cuota de Compromís dos alcaldes, la de Sueca, Raquel Tamarit, que es docente de profesión y que no ha podido repetir en el consistorio de la capital de la Ribera Baixa tras el pacto del socialista Dimas Vázquez (ya expulsado) con Ciudadanos y el de Tavernes, Jordi Juan, otro nombre avanzado ayer por Levante-EMV que deja la vara de mando y que se convierte en secretario autonómico de Innovación y Transformación Digital: Jordi Juan es doctor en Matemáticas y ha sido cuatro años diputado en las Corts.

Para remarcar ese perfil más político que técnico llegan tres exdiputados más: César Jiménez, de Podemos, que también es ingeniero en Informática y máster en Cooperación Internacional, como nuevo secretario autonómico de Vivienda y Función Social; Ignacio Blanco (EU), licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, para Participación y Transparencia e Isaura Navarro, abogada y exdiputada en las Corts y en el Congreso, al frente de Salud Pública y Sistema Sanitario.

A ellos podría sumarse Fabiola Meco, que también ha sido diputada (de Podemos) y a la que se le ha ofrecido la secretaría autonómica de Justicia y Administración Pública, aunque no ha sido nombrada porque está en espera de decidir entre una plaza de profesora universitaria y el Consell. También entran en el ejecutivo dos nuevos integrantes de Compromís: Paula Tuzón, que es doctora en Física y docente, al frente de Emergencia Climática y Transición Ecológica e Inma Orozco, licenciada en Traducción y concejal de Urbanismo en Altea que dirigirá Política Territorial, Urbanismo y Paisaje. Ambas participaron en las primarias para la lista autonómica, pero no lograron escaño en las Corts.

También sigue, como ya se ha informado, Enric Nomdedéu al frente de Empleo, pese a que la misma investigación que pesa sobre él de su etapa en el Ayuntamiento de Castelló le costó el puesto a la exvicealcaldesa Ali Brancal, aunque en el caso del secretario autonómico, su partido (el Bloc) ha decidido que siga en el cargo. Otra decisión en clave interna de esta formación.

Para encontrar un segundo escalón con tanto perfil político habría que remontarse a los tiempos de mayorías absolutas de Camps y Zaplana.

Además de que muchos de los nombramientos son para contentar a los propios, el perfil más ideológico de muchos de los nuevos altos cargos evidencia que los tres partidos que forman el Pacte del Botànic se aprestan a dar la batalla en una legislatura que va a ser clave para el futuro de los tres partidos de izquierda, aunque las urnas están cerradas de momento hasta 2023. En la pasada legislatura, algunos altos cargos socialistas ya habían verbalizado que los nombramientos que hizo Compromís eran mucho más políticos que los socialistas. Esos perfiles socialistas se refuerzan con la llegada del exsecretario de Organización, Alfred Boix.

Entre los socialistas siguen Joan Calabuig (Relaciones con la UE), María José Mira (Modelo Económico); José María Ángel Batalla (Emergencias), Miquel Soler (Educación); Francisco Rodríguez Mulero (Agricultura) y Belén Cardona (Cooperación).

Una de las novedades en el PSPV es la de la nueva secretaría autonómica de Obras Públicas, Transportes y Movilidad Sostenible, María Pérez, licenciada Europea en Economía por las universidades de València y Nantes y doctora en Economía del transporte. Desde 2017 ha ejercido como directora gerente de la Autoritat de Transport Metropolità de València.

29 secretarías, seis pendientes

La vicepresidenta, Mónica Oltra, hizo el anuncio oficial de las 29 secretarías autonómicas ayer en la rueda de prensa tras el primer pleno del Consell. Seis de los nombramientos han quedado pendientes. La portavoz inauguró la segunda etapa parafraseando a Fray Luis de León: «Como decíamos ayer», dijo tras sentarse otra vez como portavoz del Botànic II. Oltra dio cuenta de la nueva arquitectura institucional, el único punto del día que se trabajó en el pleno.

Enumeró uno a uno todos los altos cargos designados horas antes aunque negociados durante días. Así lo reconoció y justificó el aumento de secretarías autonómicas (de 22 a 29) tal como hizo Puig días atrás. Como hace apenas dos meses, la vicepresidenta volvió a hacer equipo con el jefe del Consell y dio eco a sus palabras. Se trata de tener una estructura y organigrama que «dé respuesta» a las necesidades de los cinco millones de valencianos para gestionar bien los 20.000 millones de euros.

También tuvo que lidiar con el incómodo debate sobre si los consellers deben o no dejar su acta de diputado en las Corts. Aunque no fue muy clara, apostó por un equilibrio. Según dijo, no se entiende que un conseller no pueda votar a una ley que él ha propuesto en las Corts.