De las 85 especies más comunes de aves de la Comunitat Valenciana se han detectado cambios significativos en la evolución media anual de la población de 51 de ellas, según el seguimiento realizado entre los años 1998 y 2017 por el Servicio de Vida Silvestre. Se identificaron 15 con poblaciones en declive (17,6%), 19 en aumento, dos con un incremento fuerte (2,4%) y 17 con una subida moderada (20%).

Por su parte, hay 17 especies cuya tendencia sería estable (20 %). Así se desprende del informe de Estado del Medio Ambiente en la Comunitat Valenciana hecho público por la conselleria hace una semana. El seguimiento a largo plazo de las poblaciones «representa un indicador fundamental del estado de la biodiversidad a escala europea, nacional y de comunidad autónoma», tal como recoge el documento.

El análisis realizado según las preferencia de hábitat de las aves muestra que los medios forestales y urbanos experimentan una evolución positiva, mientras que en los agrícolas y arbustivos se produce un declive, con un descenso del 18,8 % en los agrícolas y de un 30,5 % en el caso de los arbustivos.

El chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus), declarada ave del año 2019 por la SEO/Birdlife, es una de los ejemplos de especies más amenazadas en la Comunitat Valenciana. Al tratarse de un ave limícola que habita en las costas y humedales, el turismo masivo y algunas formas de ocio en las costas le afectan especialmente durante la temporada de cría.

De ahí su inclusión en el Libro Rojo de las Aves de España en la categoría de Vulnerable y que a nivel estatal figure dentro del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. El Prat de Cabanes-Torreblanca y el Parc Natural de l'Albufera son dos de sus hábitats más comunes.

La flora, afectada por la sequía

En cuanto al estado de conservación de la flora, en 2017 se revisaron 459 taxones. La especies que exhiben tendencia estable o al incremento poblacional suman el 42,1 % frente al 43,4 % de las que muestran declives moderados o fuertes.

En la serie temporal 1995-2017 se observa un «fuerte declive en la transición de 2013 y 2014 como resultado de la sequía extraordinaria padecida en aquel período, observándose sin embargo una ligera recuperación en 2015 y un nuevo declive relacionado con las deficiencias hídricas en gran parte de 2016».

En 2017 se produjo una recuperación equivalente a la observada en 2015. Medio Ambiente, a través del Servicio de Vida Silvestre, realiza regularmente un muestreo de poblaciones en lapsos de 2, 3 o 5 años, a excepción de algunas pocas especies, para las que el seguimiento es de carácter anual. Especialmente de las que corresponden al Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas de Flora.