La asignatura pendiente de la Tierra en isla de calor urbana es implementar más acciones para mitigar la isla de calor urbana y diseñar ciudades más sostenibles medioambientalmente. También los ciudadanos pueden aportar su grano de arena disminuyendo el consumo de combustibles fósiles, por ejemplo cambiando el sistema de calefacción de gasoil por otras energías más sostenibles, como el suelo radiante, la biomasa o incluso sin hacer ningún gasto en climatización, si viven en casas con sistemas pasivos, bien aisladas térmicamente. También la menor utilización del vehículo privado en sus desplazamientos por trabajo, por estudios, o por ocio contribuirá a una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero. Otra opción es la de utilizar las aplicaciones de móvil que permiten utilizar el automóvil a tiempo parcial, no tener un vehículo propio, sino ir con un coche compartido con otros usuarios de una aplicación. Así el usuario ahorra mucho dinero en aparcamiento, y sólo lo necesita cuando le conviene. También el reciclaje dentro del propio domicilio genera menos emisiones de gases de efecto invernadero. Cada año se adhieren nuevos municipios a unas bonificaciones en los impuestos por los ciudadanos que reciclan más. No sólo el reciclaje es útil para luchar contra el cambio climático sino para mejorar la calidad de vida del planeta, para contaminar menos los océanos, y sobre todo para evitar la pérdida de la biodiversidad. Un mundo utópico sin plásticos sería mucho mejor para nuestro planeta, ya que el plástico tiene un tiempo para degradarse superior al siglo. Los plásticos contaminan los océanos y dañan la cadena trófica, son un peligro para la biodiversidad y también para el ser humano.