Los largos años en los que apenas hubo oposiciones, las dificultades que aún se perciben en el mercado laboral y la gran cantidad de interinos que aspiran a lograr una plaza en propiedad han provocado que el número de aspirantes de las convocatorias de los últimos meses haya sido masivo, con miles de inscritos en cada una de ellas.
Así, el pasado mes de octubre más de 34.000 personas se examinaron en toda la autonomía para 424 plazas de celador, y una semana antes eran 21.000 los aspirantes a ocupar una de los 626 vacantes de auxiliar de enfermería. Hace sólo unas semanas, hasta 21.000 profesores se jugaron uno de las 4.636 puestos de trabajo estable para el próximo curso en las aulas de los institutos de Secundaria, Formación Profesional, conservatorios y escuelas de idiomas de la Comunitat.
A pesar de que las nuevas ofertas de empleo público ya han dejado atrás las estrecheces de la crisis, desde CC OO opinan que no servirán para rejuvenecer de forma significativa las plantillas, ya que, difícilmente, serán los más jóvenes quienes consigan estas plazas. De hecho, la mayoría de ellos no ha tenido la oportunidad de acumular puntos por experiencia, como sí ocurre con muchos interinos que concursan en estas oposiciones con edades más avanzadas, tras años de trabajo en precario. Aún así, la inestabilidad que viven estos jóvenes en el sector privado les empuja a intentarlo.
