«Las plagas no se van a poder eliminar nunca, se podrá terminar con toda la población de una especie, pero no con aquellos insectos que por naturaleza sean resistentes a la bacteria con la que atacas», aseguran los catedráticos de la Facultat de Ciències Biològiques de Universitat de València, Juan Ferré y Baltasar Escriche, organizadores del Congreso SIP/ IOBC 2019 sobre control de plagas. En esta cita, que se llevará a cabo durante esta semana en València, coincide la celebración de dos citas importantes que, por primera vez, se realizan en la ciudad: la 52 reunión anual de la Society for Invertebrate Pathology (SIP) y el 17 congreso de la Organización Internacional para el control biológico e integrado (IOBC-WPRS).

Entre los temas que se abordarán figuran las últimas investigaciones en patologías de invertebrados -enfermedades- que utilizan para proteger a los invertebrados beneficiosos, como las abejas, y por otra, cómo usar los biopesticidas para matar a los invertebrados que se expanden rápidamente en el medio llegando a convertirse en plagas, como los caracoles.

Uno de los grandes focos es el descubrimiento de las proteínas responsables de la acción insecticida de Bacillus thuringiensis, un pesticida biológico que respeta la fauna beneficiosa, por lo que no altera el equilibrio ecológico. Los cultivos a los que les han transferido esta bacteria se denominan cultivos Bt, y son plantaciones que están protegidas frente al ataque de determinados insectos.

El Bacillus thuringiensis es de los insecticidas biológicos más eficientes, pero cuenta con una limitación, y es que «es muy selectivo, por lo que no puede terminar con todas las plagas», señala Escriche. Por ello afirma que los bioinsecticidas se tienen que alternar con insecticidas químicos. «Los insecticidas biológicos aportan el 2 % de las ventas globales de pesticidas», debido a la «falta de empresas que apuesten por proyectos biotecnológicos», asegura Baltasar Escriche.

Europa contra los transgénicos

Ante los estudios con cultivos transgénicos, los investigadores lamentan que «en España no se apuesta por investigar» y hacen crítica de la prohibición que existe en Europa contra las plantaciones transgénicas. «No hay ningún fundamento científico para prohibir los transgénicos», porque «pasan más filtros que las variedades convencionales», aclara Escriche.

Las investigaciones llevadas a cabo «por las personas más especializadas en este campo» se pondrán de manifiesto en dicho congreso en el que asistirán 465 especialistas de diferentes ámbitos como la entomología, la biología marina, la patología de invertebrados o la bioquímica, entre otros campos.