Se ha convertido en una de las grandes amenazas de la sanidad española. El desabastecimiento de ciertos medicamentos en las farmacias sigue dando titulares semana tras semana y forzando al Ministerio de Sanidad a autorizar entradas extraordinarias de medicamentos extranjeros cuando los «problemas de distribución» de ciertos fármacos ponen realmente en un brete los tratamientos de los pacientes.
La lista de medicamentos sin suministro sigue creciendo y la Agencia Española del Medicamento, Aemps, ya notifica 543 presentaciones (que no fármacos) en falta o que sufrirán carencias en los próximos días y semanas.
Las últimas recibidas por la Aemps de problemas son relevantes por lo conocido de los fármacos (Viagra de 100 mg y Trankimazin) aunque realmente, según fuentes consultadas, no van a suponer ningún problema para los pacientes ya que existen otras presentaciones y medicamentos genéricos que, incluso, son más utilizados actualmente que estas marcas.
Es el caso de la famosa pastilla azul contra la disfunción eréctil. Desde que el laboratorio que descubrió el uso inesperado del Sildenafilo perdiera la patente, el mercado se ha llenado de genéricos que cumplen igualmente su función para los pacientes con problemas de erección y que, en algunos casos, mejoran el rendimiento inicial.
Según explican expertos en Urología, «realmente no se prescribe directamente Viagra», ya que para este medicamento que sí necesita prescripción médica pero no está financiado por la sanidad pública existen diversos medicamentos genéricos con la misma función que son la primera opción de los médicos «tanto por calidad como por precio», según explican los profesionales, de ahí que el impacto de esta falta de suministro en el mercado será bajo.
Pasa lo mismo con el conocido ansiolítico que tiene otras presentaciones y genéricos con el mismo principio activo a la venta.
Nuevos mercados de venta
Los laboratorios vienen justificando estas faltas de suministro en problemas de estocaje aunque, en muchos casos, la causa radica en sus preferencias de venta de las grandes marcas que evitan el mercado farmacéutico español por las imposiciones de precio que tienen cuando los medicamentos que distribuyen tienen ya un genérico que les hace la competencia: o equiparan precios o los medicamentos con prescripción no llegarán a los pacientes. La opción es elegir como prioridad otros mercados de venta.
