El fundador de la ONG Proactiva Open Arms, Òscar Camps, advirtió ayer de que algunos de los pasajeros empiezan a sufrir estrés postraumático tras seis días a bordo del buque, «después de haber vivido en los horribles campos de detención libios». Además ha explicado que los 121 rescatados están cansados físicamente y que esperan una respuesta de la Comisión Europea para desembarcar en Italia o Malta, y descartó acudir a puertos españoles como el de València en declaraciones al diario La Razón. «No toca. No podemos permitir que la gente sufra ahora un viaje de cinco días», insistió en una entrevista en Catalunya Ràdio.

«Queremos llegar a una situación coordinada. Cuesta, pero pienso que lo conseguiremos», sostuvo en referencia a la petición que han hecho a la Comisión Europea de poder desembarcar en uno de los puertos cercanos. Camps ha pedido por carta al presidente del Gobierno que facilite la activación del mecanismo de reparto europeo que puede permitir el desembarco en Italia o Malta de los 121 inmigrantes rescatados por el barco de esta ONG en el Mediterráneo. La misiva fue enviada el martes a Pedro Sánchez, a quien Camps informa de que la ONG está «agotando todas las vías ordinarias y legales» para conseguir el desembarco seguro de los inmigrantes.

«Consideramos que la Comisión Europea debe estar informada para que inicie y coordine un procedimiento de reparto de las personas rescatadas. Para poner este mecanismo en marcha, la solicitud debe proceder de un Estado miembro», como España. A partir de ese momento, la Comisión «puede comenzar a activar los contactos para ayudar a encontrar una solución coordinada en la distribución de las personas rescatadas después de un desembarco entre estados», indica Camps en la carta.

Por su parte, el Gobierno insistió ayer en que esta situación «es responsabilidad de la Unión Europea en su conjunto», según dijo la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá. Y la vicepresidenta, Carmen Calvo, señaló que España por el momento no ha pedido de manera formal a la Comisión Europea que coordine una solución para agilizar el desembarco. «No, no tenemos que hacerlo», señaló en declaraciones a los periodistas, preguntada si España ha realizado esa solicitud a la Comisión Europea, que es lo que permitiría activar el mecanismo para negociar una distribución posterior del más del centenar de migrantes entre los estados miembro.

Sin competencias

Desde Bruselas, la Comisión Europea reiteró ayer que no tiene competencias para coordinar operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo ni para designar un puerto para permitir el desembarco de las 121 personas que se encuentran a bordo del Open Arms. E insistió en que sigue sin recibir ninguna petición de un país de la UE para ayudar a coordinar los esfuerzos para agilizar la redistribución posterior entre países de las personas rescatadas.

El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, acusó ayer a la ONG española de buscar una «provocación política» y aseguró que, durante los días de espera, «habría tenido tiempo de sobra de llegar a España». El barco se encuentra a 28 millas de la isla de Lampedusa, pero tanto Italia como Malta han denegado las solicitudes para garantizar el desembarco seguro de los migrantes. El Parlamento italiano ha avalado esta semana un decreto que eleva a un millón de euros las multas para las ONG que entren sin permiso en sus aguas territoriales.