El anuncio de que el Consell está dispuesto a cerrar el grifo del gasto ante el freno a los ingresos motivado por la inestabilidad política que envuelve al Gobierno de España no va a encontrar en Compromís un gesto complaciente.
El conseller de Hacienda, Vicent Soler, ya anunció en julio que el camino hacia los recortes es inexorable y el jefe del Consell, Ximo Puig, remarcó días atrás que deberán tomarse decisiones en los primeros días de septiembre sobre ajustes presupuestarios, aunque situó la línea roja en los servicios públicos fundamentales que presta el Consell, es decir Sanidad, Educación y Política Social, que no tendrían ajuste alguno.
Pero fuentes de Compromís en el ejecutivo valenciano se niegan a aceptar que la imposibilidad de que Sánchez pueda formar Gobierno (una responsabilidad que es estrictamente suya, señalan) sea causa suficiente para cerrar el grifo del gasto cuando la Comunitat Valenciana es la peor financiada, un trato injusto que el propio Gobierno reconoce abiertamente.
Por eso, Compromís no tiene previsto a día de hoy avalar esa posición, que sí han adoptado los socialistas de que la inestabilidad obliga a forzar ajustes. Por ello, la coalición va a oponer resistencia.
Las fuentes consultadas apuntan también que el posible cierre del gasto no se ha tratado en las reuniones del ejecutivo autonómico (la última se celebró el pasado 2 de agosto) y solo tienen constancia de una serie de encuentros celebrados el pasado mes de julio, que tuvieron un carácter técnico, entre representantes de la Conselleria de Hacienda y otros departamentos, pero en las que no se adoptó ninguna determinación ni acuerdo concreto y que si la posibilidad de cerrar ya el capítulo de gasto fuera un globo sonda sería una posición irresponsable en un gobierno de coalición.
Por eso desde la coalición matizan que, de momento, solo tienen constancia de declaraciones públicas sobre posibles recortes. No obstante sí dejan claro que factores externos como la volatilidad de la política estatal no pueden resultar tan determinantes para el día a día presupuestario del Consell, y más cuando a estas alturas está claro que el problema valenciano no es de gasto (está por debajo de la media) sino de ingresos.
Conscientes de las estrecheces
En cambio, fuentes socialistas del Consell sí admiten la necesidad de revisar programas pendientes de ejecutar conselleria a conselleria y admiten que lo más probable es que tenga que acometerse un acuerdo de no disponibilidad de gasto. Los socialistas creen que las conselleries de Compromís se sumarán porque son tan conscientes como ellos de las estrecheces presupuestarias que viven en este momento las arcas autonómicas.
Hace unos días, el presidente Puig ya señaló que la Comunitat Valenciana es la más afectada por la inestabilidad política y la falta de presupuestos del Estado (se sigue con los últimos de Rajoy), una situación que empeoraría si esa imposibilidad de formar Gobierno persiste como parece, después de que ayer los socialistas rechazaran la nueva propuesta de Podemos, y se convocan nuevas elecciones en el mes de noviembre. En referencia a los posibles recortes del gasto, el vicepresidente segundo, Rubén Martínez Dalmau, señaló días atrás que cualquier reorganización no puede tocar los derechos sociales de los valencianos.
Compromís espera al PSOE
Mientras, la coalición sigue esperando la respuesta de los socialistas al documento enviado tras el encuentro celebrado el pasado 5 de agosto en València entre la vicepresidenta, Mónica Oltra, y el portavoz en el Congreso, Joan Baldoví, con el presidente en funciones, Pedro Sánchez, en el que se avanzó hacia el «sí» de Compromís a una nueva investidura de Pedro Sánchez aún no anunciada.
