Solidaridad es una palabra que en la Vega Baja se escribirá en mayúscula a partir de ahora. Miles de personas han ido, y continúan yendo, a la comarca desde todos los rincones del país para ayudar a quienes han perdido todo por culpa de una maldita gota fría, la peor en 140 años que, unida al desbordamiento del Segura, provocó una catástrofe sin precedentes que se llevó consigo tres vidas y destrozó miles de casas y negocios.

Estos miles de voluntarios han gastado su tiempo y su dinero, sin esperar nada a cambio, para ayudar a quienes la DANA les arrancó todo. Pero, para cientos de familias de la Vega Baja quien es una verdadera heroína sin capa es Ana Belén González. Cuando el sábado 14 de septiembre puso un mensaje en Facebook pidiendo ayuda nunca imaginó que su publicación se compartiría más de 40.000 veces. Su llamamiento se hizo tan viral que recibió más de 3.000 llamadas de toda España ofreciendo desde enseres a comida o, simplemente, su presencia donde hiciera falta.

Desde ese día, Ana Belén ha conseguido movilizar a más de 450 voluntarios a los que ha coordinado sola, dejando a un lado, incluso, su actividad profesional en una inmobiliaria. «Creé unos 200 grupos de whatsapp para ir coordinando la ayuda que cada voluntario ofrecía y dónde podía ir, y hemos podido llevar comida, limpiar el lodo, bombear agua o dar electrodomésticos o colchones a cientos de familias», señala.

Una de las primeras llamadas que recibió fue de un movimiento social de Barcelona, recuerda, y a partir de ahí fueron cientos y cientos de personas de toda España. «Tuve tantas que me puse en contacto con el Ayuntamiento de Orihuela para ofrecerles el poner en contacto a voluntarios con afectados y al final hemos conseguido llegar al 80 % de las zonas de Orihuela donde había alguien que necesitara cualquier tipo de ayuda. Mi teléfono es una bomba, no para de sonar».

Hoy son los componentes del equipo de fútbol de La Pobla de Vallbona, de València, los que ayudan de la mano de Ana Belén en el vivero de Vanesa, en la pedanía de El Escorratel pero han venido también grupos de voluntarios de scouts de Alicante y Murcia, del movimiento 18-M de Barcelona, de una empresa de aventuras de Blanca (Murcia), de la Federación de Protectoras de Animales de Madrid, y así un largo etcétera.

«Recuerdo que uno de los primeros ofrecimientos fue el de un señor de Lugo diciéndome que me mandaba una bomba de agua, y llegó al día siguiente, cuando más se necesitaba. También me sorprendió la llamada de María José, del Colegio de Psicólogos de Madrid, que me pasó su número para que se lo diera a quien necesitara pasar el trauma, y me consta que está atendiendo a varios oriolanos». En el centro cívico de la pedanía de Molins se guardan los enseres, ropa y alimentos que siguen llegando donados por personas anónimas. Su alcalde pedáneo, Reyes Esquiva, agradece la colaboración desinteresada de personas como Ana Belén. «La actitud de la gente ha sido excepcional y gracias a personas como Ana Belén, estamos coordinando toda esta muestra de solidaridad», señala.