Son niños y niñas, y tienen derechos. Todos, sin excepción. A disfrutar de todos y cada uno de sus derechos sin importar condición económica u origen y sin ser discriminados por motivo alguno; a ser protegidos para disponer de oportunidades y servicios; a tener un nombre desde el nacimiento y una nacionalidad; a crecer y desarrollarse en buena salud; a recibir tratamiento, educación y cuidados especiales si están impedidos; a crecer en un ambiente de afecto, con amor y comprensión; a recibir educación y a jugar; a ser los primeros en ser socorridos; a no ser explotados ni ser objeto de trata; y a ser protegido y educado en comprensión y tolerancia. Estos diez principios conforman la Declaración de los Derechos del Niño que, de manera unánime, los 78 Estados miembros de la ONU aprobaron en 1959. Y este año, cuando se celebra la 60 aniversario de los Derechos del Niño y la Niña, el Centro de Acogida a Refugiados (CAR) de Mislata ha editado un libro donde los propios menores «han dibujado» sus derechos. Ayer, el libro Libres y protegidos se presentó en el centro sociocultural La Fábrica de Mislata.

El objetivo del libro es «sensibilizar y difundir los derechos que los niños tienen por el simple hecho de ser niños porque en la actualidad son muhcos los menores sujetos a la explotación infantil o niñas que se ven obligadas a casarse truncando así su proyecto vital. Es un drama pero es una realidad». El director del CAR de Mislata, Felipe Perales, explicó «la importancia de los derechos de los menores y la necesidad de difundirlos y respetarlos».

El libro ha sido fruto del CAR y ha contado con la participación de AUCA Projectes Educatius para realizar los talleres en los colegios Santa Cruz, CEIP Jaume I, CEIP El Cid, CEIP Gregori Mayans i Císcar y CEIP Amadeo Tortajada. El objetivo era que cada clase participante en el taller (entre 2º y 5º de Primaria) trabajara sobre dos de los principios que conforman la Declaración de Derechos del Niño y la Niña para, una vez debatido y explicado el derecho en sí mismso, los menores lo plasmaran en un dibujo. Los resultados llaman la atención y el director del CAR explicó ayer el porqué. «Si hubiésemos hecho el mismo ejercicio con adultos o con ilustradores, el resultado habría sido bien diferente porque unapersona adulta habría plasmado ese mismo derecho pero desde la carencia, desde aquello que no se cumple y desde esa perspectiva. Pero los niños no. El libro está plagado de corazones, sonrisas, arco iris y escuelas porque ellos tiene una manera diferente de expresar lo que ven y lo que sienten. De las 250 pinturas realizadas, por lo menos 150 tenían un corazón o varios y eso es muy significativo porque lo que han descatacdo, ante todo, es el amor al que tiene derecho la infancia».

El taller, además, ayudó a los pequeños a conocer derechos que ni siquiera se planteaban que un niño pudiera tener. «Los niños y las niñas de Mislata no se planetaban que tener un nombre desde el nacimiento es un derecho y en este taller hemos aprendido todos. Ellos y nosotros», apuntó una de las profesoras participantes en el taller.

Perspectiva y creatividad

Así, durante 11 sesiones, unos 250 menores plasmaron en dibujos los derechos que la infancia tiene reconocidos. Desde su perspectiva y su creatividad. Siendo ellos, los menores, los protagonistas a la hora de explicar la Declaración de los Derechos del Niño en aras de sensibilizar y crear conciencia, ya que «un tercio de la población ni sabe de su existencia».

Así, con dibujos que despiertan sonrisas, el CAR de Mislata -en colaboración con el ayuntamiento y cinco colegios de la ciudad- se une con la edición de este libro a la conmemoración del 60 aniversario de la declaración mientras rinde homenaje a «todos los menores que han pasado por el CAR desde 1991 hasta el 31 de diciembre de 2018».

En representación del ayuntamiento, Josefa Luján, disculpó la ausencia del alcade Carlos Fernández Bielsa, presente en el I Congreso de Unicef de Ciudades Amigas de la Infancia, en el que Mislata fue elegida como la mejor ciudad del mundo.