Fue la gran promesa de la consellera Ana Barceló en año electoral: crear 307 nuevas plazas estructurales en los centros de salud más saturados de la Comunitat Valenciana para mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales y aliviar los retrasos que sufren los pacientes. Su ejecución, sin embargo, se ha retrasado más de lo previsto y el plan que debía haber culminado inicialmente el pasado mes de mayo entra ahora en su tercera y última fase.

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, anunció ayer la creación de las últimas 166 plazas correspondientes al Plan Especial de Atención Primaria que ha contado con un presupuesto de 16,7 millones de euros. En concreto, se incorporarán ahora 48 pediatras, 64 facultativos y facultativas de medicina familiar y comunitaria y 54 de personal de enfermería especialistas en familia y comunitaria. Por provincias, Castelló tendrá 18 profesionales más (5 pediatras, 10 facultativos de medicina familiar y comunitaria y 3 de enfermería familiar y comunitaria). En Alicante son 54 plazas (15 de pediatría, 18 facultativos de medicina familiar y comunitaria y 21 de enfermería familiar y comunitaria). Y en València, son 94 plazas (28 de pediatría, 36 miembros del personal facultativo de medicina familiar y comunitaria y 30 de enfermería familiar y comunitaria).

Hasta la fecha ya se habían creado 141 plazas, que se han ido incorporando de forma progresiva. Con este incremento de plantilla, la Comunitat Valenciana se sitúa, de media, por debajo de 1.500 tarjetas SIP por facultativo o facultativa especialista en Medicina de Familia y Comunitaria y 900 por pediatra.

Los problemas administrativos de creación y autorización del presupuesto para estas plazas han marcado el proceso, según explicaban fuentes de la conselleria a Levante-EMV el pasado mes de agosto. Sin embargo, una de las claves del retraso hay que buscarla en la realidad de la Atención Primaria en España: no hay suficientes médicos especialistas de Familia y de Pediatría para cubrir la demanda. Este fue el motivo de que sobre todo el segundo expediente (para 54 de las 307 plazas totales) se tuviera que retrasar hasta el verano para aprovechar que los médicos residentes terminaban su formación y podían incorporarse directamente.

Carencia

La carencia es tal (y se produce anualmente) que este verano se volvieron a dar casos de plazas cubiertas por médicos que no tenían la especialidad de familia y muchos médicos generalistas seguían atendiendo a niños sin tener la especialidad en Pediatría.