La situación de tesorería de la Generalitat no engaña: los ingresos prácticamente no suben y el gasto se ha disparado (818 millones más que hace un año, casi un 10 % de aumento), de modo que el déficit de caja alcanza cifras inquietantes (más de 430 millones) si se compara con la evolución de las cuentas en años anteriores.

Este es el retrato de la situación financiera que refleja el último informe de ejecución presupuestaria de las comunidades autónomas del Ministerio de Hacienda, que recoge datos hasta el mes de agosto. El paisaje que pinta el balance justifica las «medidas de contención del gasto» (recortes sobre el presupuesto inicial de 2019) que ha tenido que realizar el conseller Vicent Soler.

El panorama que ofrece el documento es para preocupar: la Comunitat Valenciana es la que presenta un déficit de caja más elevado a estas alturas del ejercicio: 437,4 millones de euros. El mes anterior computado (julio) era de 206,9 millones. Entonces parecía que se frenaba después de alcanzar en junio la suma de 541,9 millones.

La situación de las arcas públicas valencianas en 2019 es bien diferente a la de 2018. Entonces, en agosto los ingresos eran superiores a los gastos. Estos no empezarían a generar déficit de caja (y en una cifra reducida) hasta octubre. En cambio, este año los números rojos están presentes desde mayo y no han desaparecido.

Presupuestos expansivos

Una de las claves está en el fuerte incremento del gasto, consecuencia de unos presupuestos (los de 2019) expansivos, realizados con la confianza de que en la Moncloa había un Gobierno cómplice.

El problema es que las cuentas de ese ejecutivo (de Pedro Sánchez) quedaron en nada al no pasar el trámite del Congreso de los Diputados. El aumento de inversiones previsto por el Consell, como en la atención de la dependencia, ha quedado sin cobertura estatal. Y ahora aparece en los balances estatales.

Así, el crecimiento de los gastos con respecto al mismo mes del año anterior es del 9,25 %, el más alto en España (la media es del 6,69 %). La C. Valenciana está por encima de la media estatal en todos los conceptos: gastos de personal, de bienes y servicios, inversiones reales y transferencias corrientes y de capital.

La otra clave es el estancamiento de los ingresos, con un incremento inferior al 1 % en relación a 2018. El bloqueo de las entregas a cuenta junto con una entrada de aportaciones del Gobierno menor de la prevista en copagos y atención social se deja notar en esta escasa progresión de los digitos de la lista del «haber».

Precisamente, el Gobierno superó ayer el último trámite para que las comunidades dispongan de los 4.682 millones (460 para el territorio valenciano) correspondientes a entregas a cuenta de este año del modelo de financiación. La Diputación Permanente del Congreso aprobó, en plena precampaña electoral, el real decreto ley que actualiza estos anticipos.

Hacienda también hizo públicos ayer los datos del periodo de pago a proveedores (PMP) correspondientes al mes de agosto. La Comunitat Valenciana se sitúa en 52,86 días, aún a cierta distancia de la barrera de 60 que abre la puerta a la intervención estatal si se persiste. Murcia y Cantabria la superan. El Gobierno lo atribuyó al parón de pagos por vacaciones.