La Guardia Civil, con presencia del Delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, y el teniente general Fernando Santafé, rindió homenaje el pasado sábado a los guardias asesinados en Siete Aguas hace veinticinco años, en 1994.

El autor del crimen, un hombre que tenía un taller en Cheste, fue un hombre que disparó a los guardias civiles en una venganza a tiros por la multa de tráfico de 25.000 pesetas que le habían puesto. Los fallecidos, el sargento Manuel Sousa y el guardia Florentino Sánchez, no tuvieron oportunidad de defenderse cuando el asesino les descerrajó varios disparos a bocajarro. El autor utilizó la misma escopeta para suicidarse horas después tras dejar una nota. Ahora, un monolito conmemora la tragedia.