Se esperaba que las cifras fueran malas, pero la última actualización de la lista de espera para entrar a un quirófano en la Comunitat Valenciana ha superado todas las (malas) expectativas. Los pacientes valencianos tienen que esperar una media de 133 días, cuatro meses y medio, para entrar a quirófano para una cirugía no urgente. Son las peores cifras de toda la serie histórica desde que el Consell del Botànic decidiera cambiar la forma de contabilizar la lista de espera en enero de 2016. Además, el corte de septiembre de 2019 deja también otra cifra preocupante, vuelven a subir las personas en lista rozando el máximo histórico de marzo: 68.561 pacientes impacientándose.

Los datos a 1 de octubre de 2019 no resisten la comparativa con ninguna de los cortes anteriores: son 30 días más de espera que tres meses antes (un 29 % de subida); 12 días más que hace un año; 10 más que hace dos; 6 más que hace tres años y 43 más que la mejor cifra de toda la serie.

Y es que septiembre no es, precisamente, el mejor corte para presumir de un índice muy tenido en cuenta por la administración sanitaria por su afección directa y calado entre los pacientes valencianos. Recoge la actividad de julio, agosto y septiembre, meses en los que parte de las camas y los quirófanos de los hospitales cierran por las vacaciones del personal y por la falta de refuerzos suficientes para mantener la actividad quirúrgica.

Las peores cifras de las listas de espera quirúrgica llegan además en un delicado momento para la administración de Ana Barceló después de conocerse el impacto directo que tuvo a finales del año pasado el desencuentro con los profesionales sanitarios por los cambios en la forma de pago de las operaciones que se hacen en la pública fuera de horario, el llamado autoconcierto.

Según publicó ayer este diario, estas cirugías bajaron un 6 % en 2018 con respecto al año anterior, precisamente, por el plante de los profesionales en la época de mayor actividad en quirófanos tras el desencuentro con la conselleria. Aunque la lista de espera no recoge este dato, desde la conselleria destacaron ayer que de junio a septiembre se habían hecho 1.575 operaciones más que en el mismo periodo del año pasado y que la mitad «corresponde a intervenciones en autoconcierto».

Más dinero y apoyo en la privada

Para el año que viene, y a la vista de los datos, desde Sanidad han decidido «ir con todo» y mejorar el presupuesto (35,2 millones en total) para operar lista de espera: 21,5 millones para autoconcierto y otros 3,4 millones más para el plan de choque, que pasa de 11 a 14,4 millones de euros. Es la primera vez que la administración sanitaria dota de más presupuesto a las derivaciones a las clínicas privadas, en un movimiento contrario a las tesis que sostuvo la exconsellera Carmen Montón pero «necesarias» a la vista de la situación.

Habrá que esperar a finales de enero o febrero para conocer los datos de último trimestre en los que se suele operar más.