La delegación valenciana que acudió el sábado a Madrid al Consejo General de Ciudadanos acabó dividida. De los 12 miembros valencianos con derecho a voto en el cónclave que eligió la gestora, tres se abstuvieron, de forma que se desmarcaron de sus propios compañeros y rompieron la unanimidad entre los valencianos, lo que pone de manifiesto que Ciudadanos está lejos de ser un bloque monolítico en la C. Valenciana.

Las abstenciones (la votación se realizó a mano alzada pero la reunión era a puerta cerrada) provenían de la actual diputada autonómica, Mamen Peris, y de las exparlamentarias en las Corts Rosa García y María José García. Internamente se sitúa a las tres en la órbita de Cantó quien, según algunas fuentes, les habría convencido para no votar a favor de una gestora que es totalmente continuista y sin valencianos en ella.

Ese movimiento crítico con la composición de la gestora, unido al silencio que el síndic ha guardado en redes sociales y que solo ha roto para destacar la elección de su principal valedor en Madrid, José Manuel Villegas, evidencia que al portavoz en las Corts no le satisface la composición del órgano que tiene que llevar a Ciudadanos a la asamblea general del 15 de marzo.

Cantó guardó silencio ayer e incluso algunos diputados autonómicos se quedaron esperando las explicaciones de lo ocurrido el sábado ya que Cantó, en contra de lo que había anunciado, no intervino en la reunión pese a que tuvo oportunidad de hacerlo en el turno de ruegos y preguntas, como otros cargos de su partido. Cantó había asegurado que plantearía en este foro interno los cambios que, a su juicio, necesita la estructura del partido y señalaría a las personas que debían dar un paso atrás. Hace una semana aseguró que lo haría internamente por lealtad. Sin embargo, distintas fuentes presentes señalan que no intervino, como tampoco el exdiputado Vicente Ten que en las agrupaciones también dijo que hablaría.