Los gestos en política suelen decir en muchas ocasiones tanto o más que las palabras. Especialmente cuando afectan a la vida interna de los partidos y los protagonistas no pueden decir en público todo lo que piensan.

Uno de esos momentos se va a dar en breve en un foro relevante. La conferencia-desayuno que el presidente de las Corts Valencianes, Enric Morera, tiene prevista para el próximo lunes en el Forum Europa Tribuna Mediterránea encierra una puesta en escena interesante, porque la presentadora del acto es la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra.

En principio no tendría nada de extraordinario entre dos compañeros de partido, pero adquiere otra dimensión después de que la lideresa de Compromís se ausentara cuando el pasado 27 de noviembre el protagonista de ese mismo acto fue el conseller de Educación, Vicent Marzà. Oltra evitó acudir justo el día en que el máximo referente interno del Bloc se postulaba como posible sucesor para las autonómicas de 2023 si así lo decidían sus compañeros, unas palabras del conseller que no sentaron demasiado bien en Iniciativa, el partido de la vicepresidenta, aunque Oltra las acogió con deportividad al asegurar que ella no es eterna.

Sintonía coyuntural

Por eso, el hecho de que ahora Oltra actúe como presentadora de la conferencia de Morera evidencia que hay sintonía política entre ambos y más en un momento en el que el presidente de las Corts, junto a históricos del Bloc como el diputado Joan Baldoví o el conseller Rafa Climent, acaban de advertir que no permitirán que se ponga en peligro el proyecto de Compromís y que sería un error que el próximo congreso del Bloc Nacionalista Valencià previsto para junio sirviera para enfrentarse a sus socios de Iniciativa, sin los que no es posible que Compromís siga funcionando como hasta ahora.

Morera y Oltra son aliados coyunturales desde que la vicepresidenta forzó para que repitiera como presidente de las Corts el pasado mes de mayo, en un momento en que el grupo parlamentario de Compromís tenía dudas sobre la reelección de Morera. Oltra tuvo que dar un golpe en la mesa para imponer al actual presidente de la cámara, algo que molestó en el grupo parlamentario porque los diputados aún no se habían pronunciado.

En Compromís muchos interpretaron entonces que la lideresa ejercía su condición y paraba los pies a los jóvenes del Bloc, la coordinadora, Àgueda Micó, el conseller Marzà o el portavoz en las Corts, Fran Ferri, que pensaban que era mejor postergar la reelección de Morera porque eso les daba más bazas a la hora de encarar la negociación del segundo Botànic que se ultimaba en las mismas fechas en que se elegía la presidencia de las Corts.