La borrasca Gloria, que continúa afectando a gran parte del Mediterráneo occidental, ha dejado ya un récord absoluto de altura significante de oleaje registrado por la red de boyas de aguas profundas de Puertos del Estado, perteneciente al sistema de previsión y monitorización marina Portus. Este máximo histórico, el mayor dato medido en el Mediterráneo occidental, ha sido obtenido por la boya de València, que registró 8,44 metros de altura significante (con este dato se puede estimar que se han producido olas con altura máxima de hasta 13,5 metros) ayer 20 de enero a las 7 de la mañana. Se trata de un valor que supera el récord anterior de 8,15 metros medido por la boya de Mahón durante el temporal que aconteció en enero de 2003.

Los efectos de Gloria se han dejado sentir también de forma notable en el interior de los puertos. Destacan los registros obtenidos en el Puerto de Valencia, donde el mareógrafo de Puertos del Estado ha llegado a medir una altura de ola significante de 2,11 metros y un valor de altura máxima de ola de 3,28 metros.

Este es también el máximo registro obtenido por dicha estación desde la instalación del sensor de nivel del mar y agitación en 2006.A resultas de todo ello, el temporal marítimo se «comió» ayer el paseo marítimo de València, que amaneció totalmente anegado por el agua y tuvo que cerrarse al tráfico.

La Policía Local acordonó algunas calles de la primera línea de playa que habían quedado totalmente inundadas en puntos como José Ballester Gozalvo sin que el sistema de alcantarillado diera abasto. El fuerte oleaje invadió las populares playas de la Malva-rosa y el Cabanyal (Arenas) y ocasionó destrozos en el mobiliario y en el pavimento, que se levantó en algunas zonas como el Paseo Neptuno.

Las playas y el paseo con casi dos kilómetros de longitud es de los puntos de visita obligada de los turistas y valencianos, sin embargo, ayer ofrecía una imagen de desolación con tramos anegados y cubiertos por la arena arrastrada por el mar.

Una de las instalaciones más dañadas por el temporal fue la del club de playa de la Marina de València, ubicado en el encuento del dique de la marina con la playa de las Arenas, que sufrió importantes destrozos en el mobiliario, donde las pasarelas y las tumbonas fueron arrastradas por el fuerte oleaje. El club de playa, por su ubicación próxima al mar, es una de los espacios más vulnerables ante los temporales. «Lo más difícil», según explicó ayer su propietario, Antonio Calero «será limpiar la arena del mobiliario, hay que desmontarlo todo, porque la arena se ha metido por todas las partes». Los destrozos por acumulación de arena también han afectado a la piscina desbordante, uno de los grandes atractivos del recinto, así como a las terrazas, una de ellas cubierta con una estructura efímera que también se ha visto parcialmente dañada.

El club de playa, una de las concesiones del Consorcio València 2007, que funciona durante todo el año, suele sufrir los embates de los temporales marinos y «siempre estamos preparados», con todo, el trabajo de recomponer habrá que hacerlo y «esto es lo más costoso, porque hay que hacer toda la limpieza de forma manual».

Daños en La Marina

La Marina de València también sufrió ayer los efectos del temporal, aunque con menos virulencia que las playas, al estar resguardado por los diques, según explicaron fuentes del Consorcio. Las zonas más castigadas fueron las más próximas al canal donde parte del mobiliario de las zonas de juegos infantiles fue arrastrado por las potentes rachas de viento.En las playas del sur, el temporal se ha cebado con el Perellonet y también en l'Arbre del Gos y la Devesa donde el paseo y la escollera reforzada, que el ayuntamiento construyó en 2017 tras un fuerte temporal que se comió la defensa y el paseo existente, sí ha resistido. Con todo, las olas llegaron el domingo por la noche a la puerta de las casas de la primera línea. Los propietarios de esta urbanización culpan de la erosión que sufren las playas del parque natural de la Devesa y El Saler al puerto por la construcción de diques que han roto la dinámica marina.

El sistema de dunas que se ha regenerado en el parque natural se ha demostrado una vez más como el sistema más eficaz para contener la fuerza de los temporales y preservar las playas.

Por último, en València, la mínima de precipitaciones se registró en Mestalla, con 30 litros por metro cuadrado, y la máxima en El Saler, con 61 l/m 2. El jefe del servicio de bomberos de València Enrique Chisvert confirmó que Gloria ha sido «un temporal costero» lo que ha permitido centralizar y coordinar los esfuerzos y personal en el litoral de València y sus pueblos.