La cuarta jornada de temporal dejó ayer en diversos municipios de l'Horta y la Ribera un manto blanco de piedra que obligó a los consistorios a alertar a la población y adoptar medidas de emergencia. La población de Picassent, en l'Horta Sud, sufrió una fuerte granizada por la mañana mientras que en Puçol y los municipios cercanos fue por la tarde cuando hizo su aparición la piedra. También resultaron afectadas las poblaciones de Alginet y Alzira, en la Ribera Alta y gran parte de los pueblos de la Ribera Baixa.

En Picassent, la piedra cayó justo a la hora de entrada del alumnado en los centros escolares, lo que provocó que uno de los autobuses de las escuelas situadas en la zona rural quedara atrapado y no pudiera regresar a la base.

La alcaldesa Conxa García realizó, con el operativo de emergencia, una inspección en distintos puntos del término, y pidió a la población que no circulara en coche fuera del casco urbano. Además, a última hora de la mañana, se produjo una reunión de urgencia con la Guardia Civil y la Policía Local, así como representantes del sector agrícola «para realizar una primera evaluación de los daños».

El gobierno local valoró que nunca se había vivido en la población una granizada de esa intensidad por lo que cortó los principales caminos rurales.

El granizo volvió a hacer su aparición por la tarde en l'Horta Nord y uno de los municipios más afectados fue Puçol, donde la piedra cubrió parquesm jardines y mobiliario urbano.

Subida del agua en barrancos

Las tormentas de la mañana y de la tarde hicieron subir el nivel de agua de los principales barrancos, como el caso del que pasa por Alcàsser. En la urbanización en Pantano de Torrent temieron en diversos momentos que el agua del barranc d'Horteta sobrepasara el límite por la «gran cantidad de suciedad acumulada por la falta de limpieza» del cauce, que corresponde a la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Los últimos bandazos de la borrasca Gloria también sorprendieron a más de una decena de municipios de la Ribera, que se vieron afectados por una tormenta de granizo de intensidad variable. Es el caso de Alzira, Alginet, Albalat, Catadau, Benifaió, Cullera, Sueca, Algemesí, Montserrat, Montroi, Riola o Fortaleny.

A escasos kilómetros, de Picassent, en Benifaió, el granizo también hizo acto de presencia. El consistorio tuvo que cortar algunos caminos, que estaban intransitables. Asimismo, una brigada trabajaba con insistencia para retirar la acumulación de hielo en la zona del Pla. También en la zona norte de la comarca se registraron problemas de circulación en la CV-520, en Catadau. Montserrat, que linda con Torrent y Picassent, también se vio afectada por el granizo, aunque en en la parte más limítrofe a estas localidades. El casco urbano y el resto de urbanizaciones salieron indemnes.

Alzira también sufrió las consecuencias del pedrisco, concretamente a media mañana. Aunque en buena parte del casco urbano el granizo era del tamaño de un grano de arroz y ni siquiera se llegó a amontonar, en otras zonas como el Hort del Galvañón, el Respirall o la Murta sí que se formó un manto helado sobre la calzada.

Alrededor del mediodía y durante las primeras horas de la tarde, la línea de preciciptacines sólidas afectó a buena parte de la Ribera Baixa. Algunos municipios como Riola o Polinyà pidieron a la población que no circulara con sus vehículos a no ser que se tratase de casos de extrema necesidad. La situación fue francamente complicada, ya que caminar por la calle implicaba tener el pie completamente cubierto de hielo. El Ayuntamiento de Sueca, por su parte, optó por suspender la actividad lectiva vespertina al verse cubierta por una capa de hielo de varios centímetros de espesor.