Coincidiendo con el Día Internacional para la reducción del CO2, la Diputación de València presentó ayer una nueva planificación estratégica que unifica en una sola convocatoria todas las ayudas destinadas a combatir el cambio climático en los municipios, incrementando un 87 % la inversión presupuestada en 2020, hasta los 9,6 millones de euros. El programa Reacciona se divide en tres líneas encaminadas a la mitigación y adaptación al cambio climático y a la educación ambiental.

Como novedades, los ayuntamientos se repartirán en régimen de concurrencia competitiva 1,5 millones de euros para fomentar las energías renovables en los equipamientos municipales y 200.000 euros para impulsar planes directores de vías verdes y de gestión de residuos con tal de favorecer la reducción en origen y la reutilización.

Otras líneas de nueva implantación este año destinan 150.000 euros a la gestión del verde urbano municipal y otros 155.000 euros a un programa de sensibilización en las escuelas. Además, de incrementan de 2 a 3 millones los fondos dedicados a la gestión forestal y la prevención de incendios y de 2 a 3,2 millones el dinero para mejorar las redes de abastecimiento y saneamiento municipal.

La vicepresidenta de la diputación, Maria Josep Amigó, que dio a conocer la hoja de ruta junto a la diputada Dolors Gimeno, destacó que los últimos temporales evidencian «que hay que tomar las cosas seriamente», incidiendo en que «todas las administraciones han de asumir la responsabilidad y estar altura ante emergencia climática».

Reducir fugas de agua

El plan también incrementa de manera notable la inversión para renovar las redes de abastecimiento. Amigó calificó de «muy preocupante» el mantenimiento de estas infraestructuras en los municipios porque «no se ha invertido durante muchos años». «Hay que comenzar a revertir el envejecimiento de las redes y reducir fugas agua», agregó la vicepresidenta, recordando la problemática con el e.coli en las playas y la falta de separación de las aguas fecales en algunos pueblos.

Amigó terminó su intervención asegurando que el plan Reacciona «transmite cohesión y unidad de acción» frente al cambio climático, si bien reclamó «más coordinación en las políticas públicas» y una «respuesta positiva de los municipios y del resto de administraciones» a este programa.