El síndic de Ciudadanos en las Corts Valencianes, Toni Cantó, lleva meses defendiendo que la estructura que salga del próximo congreso que su partido celebrará en marzo no debería ser tan vertical como la que lideraba Albert Rivera, dimitido tras el fiasco electoral de noviembre, y que los líderes autonómicos deberían tener más peso en la toma de decisiones y a la hora de elegir a responsables de cada dirección territorial.
Sin embargo, la ponencia de estatutos que Ciudadanos ha aprobado en el Consejo General celebrado el pasado fin de semana y que tendrá que debatirse en el congreso apunta a justamente en el camino contrario. La estructura del partido parece que no variará mucho de la actual, de forma que Madrid seguirá decidiendo a dedo a sus direcciones en cada autonomía como ocurre hasta ahora.
Pero, preguntado ayer Cantó sobre si el nombramiento directo de líderes territoriales desde la dirección en Madrid le haría estar cómodo dentro del partido, el síndic en las Corts respondió que sí, porque lo que entiende que es primordial es que Inés Arrimadas, la candidata a la que ha mostrado su apoyo, tenga la mejor estructura de partido posible para cuando se convierta en lideresa.
De hecho, una de las que con más vehemencia defiende que las direcciones autonómicas tienen que estar sujetas a lo que decida Madrid es Inés Arrimadas, que rechaza de plano la existencia de «barones» territoriales o que el partido pueda contar con 17 federaciones que en un momento dado puedan mostrarse díscolas con Madrid. En cambio, referentes críticos en el partido como Francisco Igea piden dar más participación a las bases y rechazan el actual sistema de nombramiento de cargos que compara más con un título nobiliario que con una elección democrática, lo que fomenta, según Igea, un sistema de cadena de favores interno que es caldo de cultivo del nepotismo.
Un partido como una empresa
Cantó apoyaba más poder para los líderes autonómicos, aunque ayer no lo hizo. Con todo, aseguró que existen varias fórmulas posibles de partido pero que él estaría encantado con que los afiliados pudieran examinar a quienes ocupan cargos y cree que el partido va a dirigirse hacia ese camino, aunque está por ver que eso ocurra.
El dirigente de Cs defiende que el afiliado «pueda preguntarle a un determinado cargo por el trabajo realizado y si este no ha cumplido pues como en cualquier otra empresa que se dedique a otra cosa y ya encontremos una persona que haga mejor ese trabajo», dice.
