El Ministerio de Transportes ha comenzado a desmontar las casetas de los peajes de la AP-7, según ha podido comprobar Levante-EMV. La antigua autopista ya ha cumplido mes y medio liberada del pago para circular. Aunque las casetas de peaje son un recordatorio de la sangría a los bolsillos que los vecinos del Baix Maestrat, la Safor y la Marina han sufrido durante cuarenta y ocho años. El plazo definitivo para que desaparezcan las playas de peaje es de siete meses ya que las obras deben ser minuciosas.

Las barreras pueden desmontarse rápido, las casetas disponían de conexiones de electricidad «que no se ven pero es lo que más nos costará, habrá que desmontarlas y demolerlo todo, para acometer la repavimentación y señalización», según explicaron fuentes del ministerio a Levante-EMV durante las primeros días de la autopista liberada.

El plazo de siete meses era orientativo ya que los trabajos puede que sean antes o después por los numerosos peajes que hay que desmontar: siete u ocho por cada una de las cuatro provincias donde la AP-7 ya es historia.