El presidente de Paradores, Óscar López, fue el encargado de impartir la conferencia inaugural en la jornada sobre Turismo Sostenible celebrada ayer en el Jardí Botànic, en la que puso sobre la mesa la apuesta de esta empresa pública, que gestiona casi un centenar de establecimientos hoteleros, por reducir su impacto ambiental.

«El turismo es un mercado que no va a parar de crecer, con 1.500 millones de desplazamientos al año y que prevé 250 millones más en los próximos cinco años, solo con la incorporación de los mercados asiáticos», explicó López. En paralelo a esto, «la curva de emisiones de CO2 se ha disparado desde los años 90». «Tenemos un problema», certificó el consejero delegado de la firma pública.

Para López, las medidas de impulso de la sostenibilidad tienen impacto positivo y medible. «La capa de ozono se recupera. Hace 20 años el problema era la capa de ozono. Se tomaron medidas y ha ido remitiendo. Se puede actuar. Lo que hacemos es importante. El agujero es el ejemplo. Lo mismo pasa ahora con el CO2 y el plástico: son los retos», explicó.

En este contexto, ¿qué viene haciendo la empresa pública Paradores de Turismo? López puso algunos ejemplos de las medidas concretas para reducir el impacto de la actividad. «En todas las habitaciones de los establecimientos hay un folleto explicando qué puede hacer cada uno para contribuir. Aprender y difundir es lo primero que hicimos», señaló. Lo siguiente, añade el exdirigente socialista, fue crear un área de sostenibilidad en el primer nivel de dirección de la empresa: «La visión de la sostenibilidad es transversal a todo».

La experiencia de Paradores desde el punto de vista de una gestión ambiental de los recursos turísticos resulta relevante por la propia naturaleza de esta empresa. Se trata de una cadena de hoteles con 97 establecimientos (además de restaurantes) con 4.500 empleados, 265,5 millones de facturación y una presencia evidente en el ámbito rural. Desde su creación, señaló, la empresa tiene espíritu de sostenibilidad: «Se crea para conservar edificios históricos. Nos gusta 'reciclar' patrimonio», resumió gráficamente. En este punto, la empresa se ha sumado al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible con una serie de acciones para adaptar su funcionamiento. En estos momentos, toda la energía que consumen proviene de fuentes 100% renovables. Además, Paradores se ha convertido en la primera cadena en España en sustituir los plásticos de un solo uso. «Toneladas de plástico han desaparecido», señaló López en referencia a los amenities de cuarto de baño, por ejemplo cepillos de dientes, peines, etc.

Igualmente, se ha puesto en marcha una campaña contra el desperdicio alimentario, con la idea de que la gente pueda llevarse las sobras de sus restaurantes.

En la España que se despuebla

El dirigente hizo hincapié en la convivencia de sus establecimientos con el ámbito rural, con la España que se despuebla. «Colaboramos con ONG's, con los municipio donde estamos. En el Saler, por ejemplo, se hacen proyectos de recuperación de especies autóctonas como la tortuga mediterránea», apuntó a modo de ejemplo.

¿Y qué hay del futuro? El gran reto ambiental para los próximos cuatro años es el de ser neutral en la emisión de carbono. ¿Cómo? «Reducirla y compensarla», recetó. En este sentido, se va a trabajar en un plan en edificios para suprimir las calderas de gasoil y buscar otras fuentes de energía menos contaminantes. Además, y en alianza con administraciones y asociaciones, se buscará reforestar, «con sentido». «No hay plan 'b' porque no hay planeta 'b'», concluyó el dirigente.