El exdirector general de Radiotelevisió Valenciana, Pedro García, ha declarado este miércoles en el juicio por la visita del papa a València que fueron el expresidente Francisco Camps y el exconseller Esteban González Pons, en la actualidad eurodiputado del PP, las personas que le instaron a adjudicar a la trama Gürtel el servicio de pantallas y equipos de sonido que se instalaron para la visita de Benedicto XVI.

García ha relatado que conoció a Álvaro Pérez cuando era el jefe de campaña del “candidato” Francisco Camps y a partir de ahí entablaron una relación de amistad. Así fue como el Arzobispado de València le comunicó la llegada del pontífice.

"García Gasco me llamó a una reunión. Me dijo que iba a venir el Papa a València y me transmitió que había un gran conflicto político entre la Generalitat y el Gobierno de España. El arzobispo tenía miedo de que si lo hacía RTVE no pasara la señal no manipulada. Fue la primera vez que se me habló de la envergadura del encuentro”, ha relatado.

Tras esta reunión, “recibí una llamada de Francisco Camps para que no dijese que no a nada. Que no pusiese ningún impedimento a lo que se me iba a plantear”. Sobre Juan Cotino, quien se enfrenta a once años de prisión por estos hechos, ha dicho que “no me podía decir nada porque no tenía ninguna adscripción jerárquica sobre mí. Yo era director de la televisión”.

García no ha sabido identificar quién decidió el número de pantallas ni su situación y ha matizado que tenía un interlocutor jerárquico en la presidencia de Francisco Camps. “El superior siempre ha sido el conseller de Comunicación, Esteban González Pons. Recibo una llamada de él. Esas llamadas eran muy habituales. En su despacho me reúno con él y me dice que Álvaro (Pérez) está muy enfadado porque lo han dejado fuera de la visita del papa y había que darle trabajo. Me dijo que había que darle el tema de las pantallas”. Era febrero del año 2006.

Dado que la Fundación que organizó el evento era la titular de la señal, se estableció un convenio entre RTVV y este ente. “Hacienda transfirió el dinero ordinario, lo que permitió hacer el pago”, ha explicado.

Respecto a los 500.000 euros en comisiones que cobró a cambio de adjudicar el servicio, ha aclarado que en realidad recibió 400.000. “Fue a finales de 2006 cuando me llamó Pablo Crespo y me lo ofreció” ha desvelado.

Pérez sitúa a Camps en la trama de la visita del papa: "Le pedí ayuda como siempre"

Alvaro Pérez, el miembro de la organización de Francisco Corrrea conocido como El Bigotes que ha pactado su confesión, ha situado al expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps en la cocina del contrato que adjudicó Radiotelevisió Valenciana (RTVV) para instalar pantallas y equipos de sonido durante la visita de Benedicto XVI a València, celebrada en 2006.

Durante su declaración ante el tribunal de la Audiencia Nacional, que ha finalizado en torno a las 13:30 horas de este martes, Pérez ha insistido en que fue Camps quien le llamó para que se encargara de los actos del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV) tras perder el partido las elecciones generales de 2004. Cuando llegó a València, se empezó a interesar por los eventos en los que participaba la Administración valenciana.

“Yo iba hacer el escenario central -de la visita del papa-, presenté un dibujo y un proyecto pero en la segunda o tercera reunión me dijeron que me quitara de en medio, que lo iba hacer otra empresa de Madrid más importante”, ha declarado. A la reunión asistieron el exconseller Juan Cotino y el exdirector del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) Enrique Pérez Boada, quien fue nombrado comisionado del evento. Según Pérez, este tipo de reuniones tenían lugar en la sede del IVF.

“Volví a pedir ayuda a Francisco Camps y me dijo olvídate del escenario que esto va a ser enorme porque tienen que intervenir arquitectos, ingenieros…”, ha relatado Pérez.

A partir de ese momento, “Camps me dijo que no y le dije puedo hacer lo que hago siempre para el PPCV, temas de luz, sonido…. Parecía un regalo, pero era el marrón de la visita del papa, era lo más complicado. Me dijeron que lo haría yo”. “Le pedí ayuda como siempre hacía”, ha respondido a la Fiscalía.

“Yo estuve en Roma con Cotino y un cura para tratar temas de seguridad. En otra ocasión también viajó Camps”, ha insistido. Pérez ha confirmado que en estos encuentros le presentaron a Antonio Cañizares, actual arzobispo de València, y a José Luis Bayo, exdirigente del PPCV.

Pérez ha reconocido que le preocupaba aparecer como uno de los organizadores del evento ante las noticias que le vinculaban con supuestas tramas de corrupción: “Hablé con el periódico Levante-EMV para que no me dieran tanto”. No obtuvo resultado.

A preguntas de su abogado, Pérez ha señalado a Cotino como el máximo responsable y coordinador del evento. “Coordinar es quién manda, cómo se hace, las empresas que participan…” ha aclarado.

El acusado ha detallado al tribunal que “me manda el señor Camps a Cotino, le pido por favor que quiero hacer algo con el papa”. El acusado ha reconocido que Cotino le recibió por ser una persona cercana al exjefe del Consell.

“No he sido coaccionado para venir aquí y declarar”, ha respondido a la Fiscalía. “Me arrepiento mucho de cosas que me han podido traer hasta aquí, seguramente por desconocimiento, pero he hecho un trabajo impecable siempre. pero si de algo me arrepiento es de no haber convencido a Correa para declarar la independencia de la Comunitat Valenciana -en referencia a los presos catalanes- Sería un héroe”.

“Me arrepiento de haber trabajado para ellos”

Pero el primer acusado en declarar ha sido Ramón Blanco Balín, exvicepresidente de Repsol y blanqueador confeso de la organización criminal que dirigía Francisco Correa. Blanco Balín ha negado presiones de la Fiscalía para reconocer los hechos y ha confirmado que ya ha devuelto 400.000 euros como muestra de arrepentimiento tras un proceso de “reflexión”.

Blanco Balín ha reconocido los hechos y ha declarado que fue Alejandro Agag, yerno de José María Aznar, la persona que le presentó a Francisco Correa. “Me arrepiento de haber trabajado para ellos, nunca he tenido un problema de tipo judicial (…) No me siento contento de haber aceptado este trabajo”, ha lamentado.

Blanco Balín, que solo ha respondido a las preguntas de la Fiscalía, ha detallado con precisión las reuniones previas para cocinar los contratos de este evento religioso. En este sentido, ha confirmado una reunión entre Gürtel y el grupo de comunicación Trasgos para sellar una alianza y entrar en el negocio de la visita de Benedicto XVI. Tragos era la agencia de cabecera en las campañas del PP de la ciudad de València y la Guardia Civil sitúa a sus responsables en la presunta financiación irregular de la campaña de 2011 de la exalcaldesa Rita Barberá que s investiga en el caso Taula. En el consejo de administración de esta empresa figuró el comisionado de la visita del papa (Pérez Boada).

“Me traslado a Valencia y me reuní con Trasgos porque Orange Market -el brazo de Correa en València- tenía celos y preocupación” por si el contrato se lo llevaba Trasgos, según ha dicho Blanco Balín.

“Se plantea la posibilidad de ir conjuntamente con Trasgos y tener una reunión actividad conjunta de las dos compañías. Me preguntan cómo se puede hacer esto y les digo que a la hora de contratar con organismos públicos es través de una UTE”, ha declarado. La reunión tuvo lugar a finales del año 2005 y fue en las oficinas de esta agencia de comunicación. Asistieron Blanco Balín, responsables de Trasgos, Álvaro Pérez y Pablo Crespo, pues Correa estaba en otro encuentro.

Según Blanco Balín, se redactaron los estatutos y el reparto de la UTE pero no se finalmente nos e constituyo porque el contrato de las pantallas se derivo a Canal 9 y no necesitaban esta agencia. Mientras, Trasgos se quedó con los contratos adjudicados por la Fundación, uno de 216.717 euros y otro de 1,1 millón, según consta en el escrito de acusación de Anticorrupción. Sus administradores han sido citados como testigos en el juicio, pues en este juicio solo se juzga el contrato de la televisión pública.

A continuación, según este acusado, Gürtel recurrió a la constructora Teconsa para que se presentara en nombre de Orange Market. Mientras, Oscar Fragio, administrador de Apogee, la empresa que asumió la sonorización de la visita, ha reconocido que Álvaro Pérez le presentó a Juan Cotino como la persona responsable del evento.