«Más que rechazo hemos sufrido incomprensión, la gente creía que exagerábamos, no entendía la situación porque no la había vivido, pero solo éramos precavidos». La reflexión es de Xiao Yu Hu, arquitecto de origen chino asentado en Algemesí, que ha participado en una campaña de recogida de mascarillas, guantes de látex y geles desinfectantes impulsada por unos compatriotas que residen en Alzira ante la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus. A través de modestas donaciones confeccionaron dos pequeños lotes que el martes entregaron en la comisaría y en el retén de la Policia Local. «Conocemos la situación, tenemos amigos aquí y sabíamos que hacía falta. Lo que podemos aportar, lo aportamos, cada uno lo que puede», comenta Xiao Yu Hu, que considera que, al vivir más de cerca los efectos de la epidemia en su país, donde se detectó el primer foco, la comunidad china estaba más concienciada de lo que podía pasar.

La iniciativa partió de Arui Lou, conocida en Alzira como Viviana, que lanzó la propuesta a través de un grupo de mensajes que comparte con compatriotas chinos, principalmente comerciantes, para apoyar a los profesionales «que trabajan a pie de calle». Barajaron la posibilidad de comprar más material en China aunque, según explica Xiao Yu Hu, se descartó al considerar que tras la declaración del estado de alarma en la lucha contra la pandemia las propias autoridades españolas lo hubieran requisado al llegar a la aduana. La comisaría y el ayuntamiento les han agradecido la donación.

La comunidad china no es especialmente numerosa en Alzira -Xiao Yu Hu estima que puede estar formada por un centenar de personas- y no está organizada. Vive la crisis del coronavirus con preocupación y con disciplina. «Entendemos más este virus porque hemos visto lo que ha pasado en nuestro país, estamos nerviosos y nos quedamos en casa», relata Viviana. De hecho, algunos comercios chinos llegaron a cerrar en diferentes municipios en los primeros momentos de la crisis y también sus dependientes fueron los primeros en utilizar mascarillas durante la jornada laboral para evitar contagios.

Xiao Yu Hu, por su parte, augura que la situación va para largo. «Esto va a durar, tres meses no te los quita nadie», señala, mientras apunta que al ver lo que estaba pasando en Italia, «España debía haber tomado antes medidas valientes. Lo de discutir si se suspendían las fallas o no, no viene a cuento. La situación iba más rápido que la previsión cuando se debían tomar decisiones para ir por delante del virus. Las decisiones que se han tomado ahora sí son acertadas», comenta.

En su caso, y tras la experiencia vivida en su país, asegura que hace tres semanas optó por comprar provisiones, incluso un congelador. «Si me equivocaba, lo único que podía pasar es que pase el verano comiendo lentejas», comenta, al tiempo que reivindica la necesidad de ser previsor. En este sentido, recuerda que en China se construyó un hospital en diez días ante la previsión de que se multiplicara los contagios. «Si no hubiera pasado -comenta-, ya tienen el hospital».

El arquitecto señala que la comunidad china «no hace distinciones» en España: «Nosotros, igual que vosotros, queremos que a España le vaya bien, lo que es bueno para España es también bueno para mi», comenta.