Las medidas de esta semana del BCE y Gobiernos como el de España han servido para aliviar el pánico de los inversores a los efectos económicos del virus, pero están lejos de ser suficientes. Así lo expuso ayer el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que pidió más «ambición y coordinación» a Europa para paliar las consecuencias de la crisis porque, advirtió, la economía «se enfrenta a una perturbación sin precedentes» .