La instrucción de la Conselleria de Sanidad es clara: los ayuntamientos no está autorizados a proporcionar información -ni siquiera conocen las cifras- sobre los contagios por covid-19 en sus municipios. Pero la crisis sanitaria ha abierto innumerables debates y uno de ellos es el de la transparencia, muy limitada sobre todo en el ámbito local.

«Necesitamos disponer de esos datos para evitar conductas irresponsables debido a la falsa sensación de seguridad que se tiene por desinformación», sostiene el alcalde de Alberic, Antonio Carratalá, que ayer alzó la voz para mostrar su «más firme disconformidad» con la opacidad de la conselleria. No es un caso aislado. El malestar entre los alcaldes ha ido creciendo a medida que se han ido disparando los nuevos casos y que se ha extendido la preocupación y las demandas de información por parte de los vecinos por la infinidad de rumores y bulos propagados. Ayer, el grupo del PP en la diputación acusó al Consell de «esconder información» a los ayuntamientos, circunstancia que, a juicio de los populares, les «impide tomar medidas de aislamiento y desinfección más efectivas» en las localidades.

A pesar de las órdenes del gobierno autonómico, múltiples consistorios valencianos no han tenido reparo en informar a sus vecindarios, a través de bandos y comunicados, de los casos positivos que han conocido a través de los propios enfermos o sus familiares para solicitar de inmediato a los ciudadanos que extremen las medidas preventivas.

Alarmas innecesarias

A juicio de Sanidad, estas comunicaciones - que en ocasiones citan el nombre y apellidos de los afectados- pueden generan alarmas innecesarias, estigmatizar a determinados vecinos y vulnerar la obligación de respetar el anonimato de los pacientes para cumplir la normativa de protección de datos. La primera autoridad de Alberic, sin embargo, entiende que los ayuntamientos, como administración más próxima a la ciudadanía, tienen derecho a disponer de los datos para desarrollar con mayor efectividad las medidas que están a su disposición para combatir la pandemia, garantizando el anonimato de los contagiados.

En el PP censuran la falta de medios de los consistorios, que han de echar mano de la «autogestión», asumiendo tareas de distribución de alimentos, elaboración de elementos de protección o trabajos de desinfección, con grupos de voluntarios y empresas que se han prestado a labores solidarias. Otros alcaldes, en cambio, defienden que informar sobre los contagios no está entre sus competencias y han tenido que salir a la palestra para tranquilizar a los vecinos.