Primeras comuniones y confirmaciones, que suelen llevarse a cabo entre los meses de mayo y julio, se aplazarán unos meses. El Arzobispado de València se pronunciará hoy con toda seguridad, aunque todo apunta a que así será. Con el estado de alarma prorrogado por el gobierno hasta el 12 de abril y ningún escenario descartado por el momento, lo lógico es que se planteen nuevas fechas que los hosteleros prefieren traslada a agosto y septiembre.

Al menos media docena de diócesis españolas ya han planteado posponer estas celebraciones hasta después del verano. Galicia, Mérida-Badajoz, Cádiz y Ceuta son algunas de ellas. El Obispado de Huelva fue de los primeros en mover ficha y el pasado lunes ya emitió un comunicado con el aplazamiento de las comuniones al último trimestre del año, antes del inicio del Adviento. O sea, entre octubre y noviembre, con el curso escolar ya encarrilado.

El presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunitat Valenciana (Conhostur), Manuel Espinar, señalaba ayer que así lo han hecho llegar a los responsables de la diócesis. La petición es que se agrupen los criterios entre las parroquias y los colegios concertados religiosos para que las comuniones se celebren en esos dos meses, facilitando así a los restaurantes y a las familias las reservas para los banquetes.

Desde el Arzobispado se señalaba que aunque no habían recibido por canal oficial la iniciativa de los hosteleros, sí tenían sobre la mesa a nivel nacional la del colectivo de fotógrafos en la misma línea. Aplazar, pues, parece el único camino mientras no se revierta la situación generada por al expansión del covid-19. Sin embargo, habrá que esperar al comunicado oficial hoy de los responsables de la iglesia valenciana.

En el caso de los banquetes de boda, los restaurantes están viendo cómo se trasladan de fecha las reservas que había para marzo, abril y mayo y se recolocan en otros meses de 2020 o, en otros casos, se retrasan a 2021.

Los banquetes previstos para marzo, abril y junio se están cambiando de fecha y los de julio se mantienen en un porcentaje del 60 o 65 % porque «la gente apuesta porque más adelante no habrá problema». Espinar aseguraba que cancelaciones de eventos no se han producido, a excepción de las comidas del día de San José, pero sí se han movido de fecha.

A nivel interno, los restaurantes intentan «canalizar el shock» que han sufrido con el cierre obligado del sector de la hostelería, aunque era «necesario» al tratarse de «los mayores espacios de socialización y, por tanto, posible foco de propagación», comentaba. Cerca del 80 % de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que se solicitan en la Comunitat Valenciana corresponde a la hostelería, un sector que «intenta sobrevivir hasta que vuelva a abrir sus puertas».