Tres agentes de la Policía Nacional permanecen aislados en sus domicilios, a la espera del resultado de los test de covid-19, tras resucitar con maniobras de reanimación cardiopulmonar a un hombre extremadamente violento durante un brote psicótico, que después ha dado positivo en coronavirus.

Los hechos sucedieron en la madrugada del pasado martes, sobre las 5.30 horas, cuando los agentes acudieron a un domicilio próximo a la avenida del Cid tras recibir una llamada al 091 en la que una mujer pedía auxilio porque había un hombre muy agresivo.

Al llegar, los policías llamaron varias veces a la puerta de la vivienda, sin obtener respuesta, aunque del interior llegaban ruidos de golpes y gritos. Finalmente, les abrió la puerta una mujer de 75 años quien les explicó que su hijo, de 51, se había encerrado en su cuarto y que estaba extremadamente violento. Al parecer, se trata de un hombre con un trastorno psiquiátrico grave.

Justo entonces, llegaron al domicilio otro hijo de la mujer, acompañado de un sanitario. El hombre les explicó a los agentes que su hermano vivía con sus padres, y que tanto la madre como el padre estaban enfermos de covid-19, el hombre hospitalizado y la mujer, confinada en casa

Los agentes trataron en vano de calmarlo, por lo que el servicio sanitario desplazado al lugar solicitó un segundo equipo médico urgente como refuerzo, para poder reducirlo, sedarlo y trasladarlo al hospital.

Como seguían sin poder calmarlo, los sanitarios solicitaron a los policías que lo inmovilizasen para poder sedarlo, momento en que el hombre, preso de un ataque incontrolado de ira, lanzando mordiscos y escupiendo, entró en parada cardiorrespiratoria, por lo que uno de los policías junto con la médica del SAMU comenzaron a realizarle la reanimación cardiopulmonar (RCP), mientras otros dos agentes, con el conductor de la ambulancia, bajaban a la calle para recoger a coger el desfibrilador.

Una vez con el equipo de reanimación en la mano, el primer policía fue reemplazado por otro de los agentes, que continuó con la maniobra de RCP, mientras la médica le inyectaba un sedante que lo estabilizó.

Al poco, el hombre se despertó, pero, lejos de haberse calmado, retomó la actitud agresiva, tratando al parecer de golpear a los policías y a los sanitarios y de escupirles de nuevo, mientras se golpeaba la cabeza contra el suelo y no dejaba que le pusieran la mascarilla.

Los policías, con los trajes de protección EPI ya destrozados por el constante forcejeo con el hombre, lograron finalmente reducirlo e introducirlo en la ambulancia, donde fue asegurado por los sanitarios y trasladado a un hospital de València.

Dado que el hombre residía con sus padres enfermos de covid-19, en el hospital fue sometido a la prueba de detección del SARS-CoV-2, que dio positiva, por lo que los tres policías nacionales que intervinieron en la acción han sido aislados en sus respectivos domicilios.

Los tres agentes han sido sometidos a la prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que probablemente dará negativa, ya que la carga viral en sus organismos en el caso de que se hayan infectado, aún tardará unos días en ser detectable. Por esa razón, las pruebas se les repetirán dentro de una semana, aunque, de momento y en aplicación del protocolo, deberán quedarse 14 días encerrados en una habitación, son contacto alguno con nadie.