«Las personas se quedaban en casa, y leían, y aprendieron nuevas formas de ser, y se detuvieron». Es solo una de las reflexiones de un grupo de jóvenes estudiantes de los institutos Joan Fuster y Vall de la Safor, de Bellreguard y Villalonga, respectivamente, que han iniciado una singular iniciativa impulsada por los departamentos de Juventud de la Mancomunitat de la Safor y del Ayuntamiento de Bellreguard.
Se trata articular un Diari de Quarentena que ya tiene su primer capítulo, colgado en youtube, llamado a difundir, en frases cortas, reflexiones de los adolescentes en su obligado confinamiento.
Maria Ferrer, técnica de Juventud de la Mancomunitat, señala que los protagonistas de este singular diario forman parte de la red de «corresponsales» de la Mancomunitat, un grupo de una quincena de estudiantes que hacen la función de enlace entre las instituciones y el colectivo juvenil para conocer de primera mano sus inquietudes, sus gustos y sus peticiones, de manera que eso ayuda a programar las actividades, tanto en los centros docentes como por parte de los ayuntamientos y la propia Mancomunitat comarcal.
«Entre todos surgió la idea del Diari de la Quarentena», indica Ferrer, para que así también ellos expresaran abiertamente, desde sus casas, qué piensan y cómo llevan una situación que probablemente nadie, y especialmente personas de su edad, nunca habría llegado a imaginar.
En este primer capítulo del diario, los participantes han optado por la trascendencia, pero situando los pies en el suelo. «Incluso la tierra empezó a sanar», señala una joven, en clara referencia al descenso de la contaminación que se ha producido por la parálisis a que ha obligado la pandemia en todo el mundo.
Otra viaja al interior de cada ser y señala que, encerrados en casa, «alguien escuchó más profundamente, alguien meditó, alguien rezó», a lo que un joven añade: «alguien bailaba y se encontró con su propia sombra».
Entre las reflexiones del confinamiento es obvio que surja la idea del final, de poder salir y recuperar la vida anterior. Así lo apunta uno de los participantes, que también cita un poema de Kitty O'Meara. «Cuando el peligro acabó y las personas se reencontraron de nuevo, lloraron por sus muertos, tomaron nuevas decisiones y crearon nuevas formas de vida». Y seguramente será así, porque, tras la pandemia de la Covid-19, muchas cosas ya no serán como antes.
Es solo el primer capítulo del Diari de Quarentena. Con este y con los que se escribirán en los próximos días quedarán reflejadas esas inquietudes de un sector de la población, el adolescente, que figura entre los que más sufre el obligado encierro en casa.
