Los comercios valencianos inician la desescalada con muchas dudas y la incerteza de poder transmitir a sus clientes la seguridad y confianza necesarias.

El nuevo plan presentado por el gobierno central ha bloqueado las centralizas de las principales entidades representativas del sector en la Comunitat Valenciana con llamadas de comerciantes preocupados por cómo iniciar la apertura de su negocio sin riesgos. En Unió Gremial atendían ayer en tan solo dos horas medio centenar de consultas, tal y como afirmaba su presidente, Juan Motilla.

Motilla valoraba de forma positiva el inicio de la desescalada, «racional y progresiva», sin embargo lamentaba la «falta de concreción» del plan, principalmente en materia de seguridad. «Es necesario un manual de prácticas que establezca qué medidas se deben adoptar para garantizar la salud tanto del cliente como del comerciante. Deben determinarse las prácticas a llevar a cabo y dejarlo en meras recomendaciones». Además Motilla considera que esta guía debe regularizarse «por sectores, ya que no es lo mismo una peluquería que una tienda de ropa». Cuestiones que ya han planteado a la secretaria autonómica, Rebeca Torró y a la directora general de Comercio, Rosana Seguí, en la reunión que recientemente han mantenida.

En la misma línea se pronunciaba el presidente de Confecomerç, Rafael Torres, quien tildó el plan de desescalada del gobierno de «boceto», lleno de inconcreciones».

Para Torres el gobierno debe detallar las medidas de seguridad que se han de tomar y establecer un protocolo de actuación, «con el que se pueda transmitir seguridad a nuestros clientes».

Tanto Torres como Motilla ponían ejemplos concretos como el tipo de mascarillas que han de usarse, qué tipo de desinfección deben llevarse a cabo y periodicidad, aforo en comercios que no sean de restauración, qué protocolo seguir en caso de devoluciones...

Además de lo referente a la higienización de locales, ambas entidades muestran su preocupación por el aspecto económico, por lo que solicitan a las administraciones líneas de ayudas para paliar los gastos de estos protocolos de seguridad.

Desde la Unió y Confecomerç recuerdan que el 56 % de los comercios y negocios llevan dos meses con la puerta cerrada y el resto han visto mermada su actividad en porcentajes importantes, manteniendo la mayor parte de sus gastos. «Ante la incertidumbre de los ingresos que vamos a tener , tenemos que saber con qué ayudas podemos contar, afirmaba Torres.

Por otro lado, también han mostrado su preocupación por la medidas interpuestas para la hostelería. «Abrir terrazas para una ocupación de un 30 % es inviable», alertaba Motilla,

Por último, el presidente de Confecomerç solicitaba al gobierno que despejara dudas sobre el futuro de los Ertes que han puesto en marcha muchos empresarios. «No sabemos si dejaran de funcionar a partir del día 10 con la apertura de los comercios (fase I), si se van a poder transformar en Ertes por causas productivas. En definitiva, si vamos a poder reincorporar a los trabajadores o no. Debemos saber, cómo vamos a gestionar el gasto en personal», terminaba.