La entrada de la Safor en la fase 1 de la desescalada derivada de la crisis sanitaria del coronavirus apenas tuvo ayer incidencia en la playa de Gandia, la más grande, turística e importante de la comarca. Se confirma así que el sector económico del turismo no acaba de arrancar en la primera jornada del descofinamiento tras sesenta días desde que el ayuntamiento cerró, concretamente el 13 de marzo, el acceso a la playa.

Las calles del distrito marítimo que forman el Grau y la playa presentaban el aspecto de cualquier día de temporada baja, eso sí, con algunos bares y restaurantes abiertos, pero con la práctica totalidad de otros comercios cerrados, algo inusual a mediados de mayo.

En la playa sólo se apreciaba cierto ambiente de fase 1 en la zona que va desde la iglesia de Sant Nicolau hasta el paseo de la Escollera, cerrado a cal y canto, gracias a la clientela de algunos establecimientos hosteleros, alguna peluquería, los cajeros automáticos y poco más.

La enorme superficie de la arena estaba casi desierta de vecinos y turistas y dentro del mar no había nadie. Sobre el imponente paseo marítimo algunos paseantes y ciclistas, parejas con sus hijos pequeños y algún que otro grupo de jóvenes.

El paseo del Moll, un concurrido balcón hacia el puerto y los tinglados, solo presentaba un bar restaurante con actividad, y ya en la explanada del Real Club Náutico de Gandia el personal brillaba por su ausencia o, mejor dicho, solo estaban los obreros y las máquinas que acometen la reforma del edificio social de esta entidad.

En la peatonal calle de la Verge del Grau también se notaba cierto aire de reapertura, pero predominaban los locales con la persiana cerrada.

Desde que el Gobierno español fijó las fases de la desescalada el sector turístico, y más concretamente en ligado a las playas, auguró que la actividad no resurgiría hasta la tercera fase, o la llamada vuelta a la «nueva normalidad».

Aunque de cara al fin de semana muchos locales ya abrirán, más aún si las temperaturas son agradables, los desplazamientos solo están permitidos dentro del área de salud de Gandia, cuya población es insuficiente para que el turismo se active, por lo que habrá que esperar.