Todos los partidos del Pleno del Ayuntamiento de València se han sumado hoy al acuerdo para constituir en siete días una comisión de reconstrucción para la ciudad por la covid-19. Todos menos Vox, que se ha abstenido, en un debate en el que no ha aportado ni una sola propuesta ni enmienda, como sí han hecho PP y Cs. La comisión aprobada analizará las causas de la actual crisis y propondrá soluciones a corto plazo, al margen de las 66 que ya pactaron con el equipo de gobierno de Joan Ribó hace unas semanas.

PP y Cs se han sumado al acuerdo con Compromís y PSPV, pero antes han tenido importantes reproches al equipo de gobierno, algunos sobre la propia crisis y otros que poco tenían que ver. El PP ha logrado que el equipo de gobierno aceptara 7 enmiendas parciales, mientras que han rechazado otras dos, las mismas a las que han dicho no a Ciudadanos.

El más enojado en el debate ha sido, precisamente, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, que se lamentaba que el equipo de gobierno no quería dar voz «a toda la sociedad civil que quiera participar en la comisión de reconstrucción sin que pase el filtro de los grupos políticos» y que el presupuesto incluyan ya este año una partida específica para combatir los efectos de la covid. Tanto Joan Ribó como el portavoz de Compromís, Carlos Galiana, recordaron a Giner que sí podrá participar toda entidad que se acuerde entre los grupos y que es necesario un plan de trabajo «porque si no la comisión podría colapsarse».

La portavoz del PP, María José Catalá, pese a su apoyo a la comisión, ha exigido que no sirva «para blanquear la actitud del alcalde o cualquier otra persona» y ha anunciado que la primera persona que van a pedir que comparezca es la consellera de Sanitat, Ana Barceló. Mientras, el representante de Vox, José Gosálbez, exigió que se retiren los fondos destinados para la emergencia climática y se destinen al coronavirus, algo que el resto de grupos rechaza. Sandra Gómez explicó los tres ejes que debe tener la comisión: «Una ciudad más saludable, ganando espacio público y en condiciones de seguridad; en segundo lugar el reto de no dejar a nadie atrás, vamos a sufrir una a gran crisis económica, la segunda en 12 años, con un drama para el empleo juvenil o la discriminación de las mujeres; en tercer lugar tenemos que poner fuerza al motor económico, darle liquidez y soluciones a las empresas».

Ribó, dirigiéndose a Catalá, le ha dicho que ningún partido «ha de renunciar a su posicionamiento ideológico, pero tenemos que encontrar puntos en común para avanzar, pero no lo alcanzaremos elevando la tensión dialéctica», a lo que la portavoz del PP replicó : «lealtad no es sumisión».