Cerca del 80% de los pagos en los autobuses metropolitanos se realiza en metálico en plena pandemia por la ausencia de bonos eficaces y atractivos para las personas usuarias que eviten tener que comprar el billete en cada trayecto. Este es el balance que ha realizado la Plataforma pel Transport Públic de l'Horta Sud, que agrupa a asociaciones vecinales y ciudadanas de seis poblaciones de la comarca (Alaquàs, Aldaia, Xirivella, el Barrio del Cristo, Quart y Mislata).
Por este motivo, la plataforma ha remitido una carta al conseller de Infraestructuras, Arcadi España, y también a los alcaldes y alcaldesa de estas poblaciones, en la que se reclama la implantación de un Bono 10 a 9 euros.
«En los momentos tan críticos que estamos viviendo y por la carencia de bonos adecuados, las personas que utilizamos los servicios de transporte público de viajeros Metrobús en el área metropolitana de Valencia, nos vemos obligados a pagar el billete en metálico cada vez subimos al autobús, con los peligros de contagio que supone seguir manejando el dinero en esta época», explica en el escrito el presidente josé Luis Sanz Garay.
En esta zona solo existe el bono metropolitano mensual cuyo coste no compensa si solo se utiliza un medio de transporte en el desplazamiento, sin realizar transbordos. Por ello, desde hace años, la plataforma ha pedido un Bono 10, que ofrece más posibilidades e iguala en condiciones a los municipios que dependen del autobús, con los que tienen metro. Y esa reivindicación, la entidad la ha vuelto a poner encima de la mesa por la crisis. «Hasta un 80 % del pasaje paga el billete en metálico al subir al vehículo» cuando «los autobuses están dotados de las condiciones técnicas necesarias para pasar del pago en metálico a los bonos», insisten en la plataforma, al tiempo que ponen de ejemplo que en este mismo año la Generalitat Valenciana ha presentado dos nuevas modalidades: una en febrero para las Fallas y otro en marzo, para el personal sanitario.
«Este es el momento de implantar los bonos necesarios para eliminar los contactos del pasaje con el conductor y preservar su salud, mejorar los tiempos de esperas y agilizar los trayectos, liberando al conductor del tiempo que pierde cobrando», señalan.
