La reapertura de las fronteras para el turismo extranjero a partir de julio que el presidente Pedro Sánchez anunció el sábado ha sido recibida con satisfacción por parte de los empresarios y profesionales del sector en la Comunitat Valenciana, quienes consideran factible salvar así la temporada de verano tras la crisis del coronavirus.

No obstante, los representantes del sector turístico también advierten de que este año hoteles y apartamentos quedarán, especialmente en la costa, muy lejos de la ocupación de otros años. Señalan además que el turismo nacional es insuficiente para remontar una actividad que representa el 14,6 % del PIB valenciano (15.929 millones de euros) y el 15,1 % del empleo regional (287.749 puestos de trabajo).

«Está bien que el presidente haya anunciado una fecha porque da cierta confianza a los mercados extranjeros para volver a España -destacaba ayer el presidente de de la patronal hotelera de la Comunitat Valenciana (Hosbec), Toni Mayor-. Pero lo primero que tendría que haber hecho el Gobierno es levantar la cuarentena, al menos para los países de Europa en los que el virus ha tenido menos incidencia que en el nuestro. Y también tiene recuperar cuanto antes la conectividad aérea, porque sin el turista extranjero abrir ahora hoteles es inútil».

A finales de 2019 la Comunitat Valenciana había recibido 9.109.970 turistas extranjeros, lo que suponía un aumento del 3,8 % respecto a los primeros once meses del 2018, mientras que el gasto llegaba a los 9.139 millones, un 7,8 % más, por lo que es la segunda autonomía con más aumento del gasto foráneo tras Madrid.

Ese crecimiento se vio interrumpido cuando el estallido de la epidemia del coronavirus obligó a cancelar vuelos y reservas y, finalmente, cerrar las fronteras para evitar la expansión de la enfermedad.

«Ahora tendremos que estar atentos a lo que haga el Reino Unido, que es nuestro principal cliente, pero hay muchas ganas en toda Europa de normalizar el sector y volver a llenar los aeropuertos», aseguraba ayer el presidente de Hosbec, para indicar a continuación que «si hay suerte y mantenemos el virus a raya, si en julio se abren las fronteras medio salvaremos la campaña de verano». Eso sí, Mayor predijo que este «va a ser el verano más raro en la historia del turismo y hasta que no pase el otoño no seremos capaces de medir el impacto negativo que va a tener esto».

«Siempre hemos defendido que este verano no lo podíamos perder, aunque fuese solo con el turismo nacional -añadía Manuel Espinar, presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV)-. Pero saber que también tendremos turismo internacional es una muy buena noticia».

Espinar asegura que «sería utópico pensar que con playas acotadas, hoteles a mitad de ocupación y piscinas sin abrir este verano vaya a ser igual que los demás, pero todo lo que no sea seguir cerrados es bienvenido». «La herida va a ser grande -concluye el representante de los hosteleros valencianos-, pero España siempre ha sido un país seguro y sabemos curarnos».