El último tramo del proceso de vuelta a la normalidad debe ir acompañado, en opinión del Gobierno valenciano, de una mayor capacidad de las autonomías para decidir sobre cuestiones que con el estado de alarma y el mando único en el Ministerio de Sanidad están en manos del Ejecutivo.

El Consell va a presentar hoy mismo al ministerio la documentación para que la Comunitat Valenciana pase el lunes 1 de junio a la fase 2 tras descartarlo hace una semana por prudencia. Ahora, los indicadores han mejorado y el Consell cree que la Comunitat Valenciana está ya preparada para progresar. El propio presidente, Ximo Puig, se mostró ayer convencido de que esta vez no se repetirá el fiasco de mediados de mayo cuando la mayor parte de la Comunitat Valenciana se quedó sin pasar a la fase 1, lo que provocó una tormenta política.

En ese proceso final, el Consell quiere tener más poder de decisión y así se lo ha reclamado al Gobierno. Y aunque se mantenga el estado de alarma, algo que el presidente, Ximo Puig, apoya, la Generalitat debería tener la última palabra en cuestiones como la regulación de los horarios para el uso de las playas, la práctica deportiva y en definitiva decisiones del ámbito autonómico que trasciendan el provincial, marco sobre el que el Gobierno va a examinar a la Comunitat Valenciana en los cambios de fase. Estas son algunas de las claves del encuentro de presidentes autonómicos celebrado ayer en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que si la evolución de la pandemia es positiva y nada se tuerce, muchas autonomías estarán fuera del estado de alarma a lo largo de los próximos días, en un proceso final de desescalada que se presenta repleto de asimetrías. En palabras de Puig, Sánchez se muestra receptivo a ello.

Sin embargo, esa asimetría en la desescalada, porque no todas las autonomías se encuentran en la misma situación, debe producirse con transparencia y objetividad, los dos parámetros que el jefe del Consell reclamó durante la reunión.

Criterio de población

Respecto al fondo no retornable de 16.000 millones que el Gobierno ha puesto al alcance de las autonomías y que ha generado polémicas por los criterios de reparto que se van a establecer, el presidente Puig dio a entender ayer que aún no hay acuerdo.

Lo que es seguro es que el Consell seguirá exigiendo que el criterio de la población y el del esfuerzo fiscal sean claves en el reparto del fondo porque la Comunitat Valenciana quiere se «receptora de solidaridad y justicia», igual que ha dado siempre muestra de ser solidaria con el resto.

Puig recordó la infrafinanciación crónica de los valencianos, la renta per cápita doce puntos por debajo de la media y aunque consideró muy positivo que por primera vez el Gobierno haya aprobado un fondo no retornable para poder disponer de más recursos para lucha contra la pandemia, la Generalitat defiende que una parte se destine directamente a financiar gastos de la pandemia porque no ha tenido el mismo impacto en todos los territorios. Pero insiste en que el último tramo de 5.000 millones debe ser repartido para compensar la reducción de recursos propios por la caída de la actividad, por lo que debe tenerse en cuenta el esfuerzo fiscal y la situación financiera de cada autonomía de forma que se trate a todas las comunidades de forma equitativa.

Varias veces insistió ayer Puig en la necesidad de tomar decisiones desde un marco autonómico. El Ministerio de Sanidad ya recalcó hace una semana (después de que varios departamentos de salud valencianos se quedaran rezagados) que a partir de ahora la Comunitat Valenciana sería evaluada por provincias.

Superar el marco provincial

Pero pese a ello, Puig está convencido de que ese marco provincial no es el adecuado aunque no hará batalla con Madrid por ello. Pero eso no quita la insistencia en que a partir del acceso a la fase 2 el marco de decisiones pase a ser autonómico pues cree que hay que dar más protagonismo a quien tienen más capacidad de tomar decisiones en el territorio.

Además, Puig también se mostró confiado en poder mantener durante el verano, que está ya a la vuelta de la esquina, las actuaciones que se están llevando a cabo desde la atención primaria para la detección y seguimiento de los contagios aunque lleguen turistas procedentes de otras autonomías. Con todo espera que el Gobierno asuma el gasto que tiene pendiente con la Comunitat por la atención sanitaria a los desplazados de otras autonomías, el denominado Foga histórico que en el último presupuesto de la Generalitat aprobado figura como un ingreso esperado de 300 millones.

Datos por municipios

En su comparecencia tras la conferencia dominical de presidentes, Puig también anunció ayer que esta semana se publicarán los datos de contagios por municipios, una petición de muchos alcaldes y que la Generalitat no difundía para que no se usaran de forma perversa y acabaran por estigmatizar a algunos municipios.

Puig también puso en valor la celebración este lunes de la primera mesa de diálogo social para avanzar en la reconstrucción de la Comunitat Valenciana, una medida que se une a la comisión parlamentaria que se ha constituido en las Corts para preparar el día después de la vuelta a la normalidad y poder reactivar a la Comunitat Valenciana.

En su opinión es necesario que se aborden los cambios estructurales que es necesario poner en marcha en la Comunitat Valenciana para que el nuevo escenario sea la normalidad mejorada, concepto nuevo que planteó en busca de una salida más fortalecida.