La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, ha alertado esta mañana que la Comunitat Valenciana se enfrenta este verano a una de las campañas de verano contra los incendios forestales "más difíciles de la historia", en gran parte debido a las condiciones climatológicas pero también a las consecuencias de la pandemia por la Covid-19.

"La gestión de la organización y puesta en marcha de recursos va a ser un reto - ha admitido Bravo durante la presentación por videoconferencia del Plan contra Incendios Forestales de la Generalitat para el verano 2020 -. Va a ser difícil primero por la incidencia del covid-19, que nos obliga a tomar medida extraordinarias de protección para el personal. En segundo lugar, porque ha sido la primavera más lluviosa de los últimos años lo que ha supuesto un crecimiento importante del monte bajo. Tercero porque va a ser prevé que va a ser verano muy seco y de temperaturas altas. Y cuarto porque este verano es posible que haya más turistas en zona interior precisamente como consecuencia de las medidas tomadas por el Covid-19".

Pese a todo, la consellera aseguró que se ha hecho un "esfuerzo importante en la organización y puesta en marcha de recursos. Va a ser también un verano seguro para las personas y el patrimonio forestal por el millar de profisionales preparados y formados".

Aun así, Bravo ha reconocido que respecto al pasado año los recursos personales son los mismos, los que ya disponía la Generalitat y el presupuesto también es similar al del ejercicio anterior. "La principal novedad es que desde hace casi un año los bomberos forestales han quedado en la empresa mercantil de la Generalitat, lo que nos ha permitido en la emergencia del Covid-19 ampliar responsabilidades de los bomberos".

Otra de las novedades anunciada en la rueda de prensa de esta mañana es la puesta en marcha de una unidad de comunicación avanzada para proporcionar señal de internet de banda ancha en zonas aisladas de la Comunitat Valenciana y en los que la comunicación es difícil. Esto permitirá, por ejemplo, que los responsables del control y extinción de incendios cuente con imágenes de los siniestros a tiempo real para adoptar las medidas necesarias de coordinación.

Desde el inicio hoy de la campaña de verano, que se prolongará hasta noviembre al haber empezado también un mes más tarde, la Generalitat "podrá coordinar coordinar a más de un millar de profesionales cuando se declare el incendio", subrayó Bravo. La Agència Valenciana de Seguretat i Resposta a les Emergències que dirige José María Ángel cuenta con 432 personas en dispositivos permanente, a los que hay que sumar los medios de prevención de la Conselleria de Agricultura, los efectivos de los consorcios provinciales, los de la UME, la Guardia Civil y las policías locales y de la Generalitat.

El presupuesto de la Agència ronda los 80 millones de euros y la consellera se ha comprometido a que a corto o medio plazo el esfuerzo inversor y gasto que la Generalitat ha tenido que hacer para luchar contra el Covid-19 no va afectar a la inversión para prevenir y luchar contra los incendios. "Está en juego nuestro patrimonio forestal y las vidas personas. No podemos permitirnos reducir ni un euro el presupuesto destinado a la extinción de incendios", ha aseverado Bravo.

Las cifras en 2019

El '112 Comunitat Valenciana' recibió el año pasado un total de 1.025 llamadas, todas ellas relacionadas con incendios de vegetación. Bravo ha recordado que 2019 fue el año con el menor número de incendios registrados desde 1986: hubo 273 siniestros en los que se quemaron 969 hectáreas. El más importante fue el de Beneixama (Alicante), que representó el 86% de hectáreas quemadas.

Los bomberos de la Generalitat, durante el pasado año, participaron en la extinción de 251 incendios, mientras que en los 22 restantes no fue necesaria su presencia.