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Imagen cenital del encuentro de Puig con representantes institucionales, en el Saló de Corts del Palau de la Generalitat.gva

Frente común con el municipalismo

Alcaldes y presidentes de diputaciones, incluidos los del PP, ofrecen cooperación y unidad de acción a Puig para una reconstrucción descentralizada - Los dirigentes reclaman más apoyo de la Generalitat ante la falta de financiación local

La Generalitat comenzó ayer a tejer la alianza territorial con el municipalismo para sentar las bases del tercer pilar de la reconstrucción postcoronavirus. De la primera cumbre que mantuvo el president Ximo Puig con los alcaldes de València, Alicante, Castelló y Elx, los presidentes de las tres diputaciones,de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), del foro de municipios de interior y de la comisión de mancomunidades de la FVMP, salió el compromiso de tener listo un gran acuerdo institucional a finales de julio que se irá fraguando a través de doce grupos de trabajo en torno a temáticas diversas. Cada mesa de trabajo estará presidida por un conseller e integrada por diputados provinciales y representantes de la FVMP.

Lejos de la confrontación aflorada en otros ámbitos, el encuentro se cerró con una absoluta sintonía de partida entre todos los actores intervinientes para articular un esquema de cooperación descentralizada donde predomine la unidad de acción, la cohesión, el respeto y la lealtad institucional, con el punto de mira puesto en ofrecer soluciones globales y evitar solapamientos de competencias y divergencias entre instituciones, a las puertas de que la Generalitat asuma el control sobre la gestión de la desescalada en la fase 3.

La hoja de ruta en la que se trabaja se asienta sobre los estudios elaborados por el Instituto Valenciano de Estadística (IVIE) para diseñar un esquema común de actuaciones a corto, medio y largo plazo en los municipios, que incluye la negociación de un plan global postcovid con aportaciones procedentes del ámbito local, sobre todo de las diputaciones. «Se trata de dar una respuesta inmediata y de pensar en las debilidades que tenemos y que hemos de ir superando», resumió Puig.

Ahora bien, los representantes del municipalismo aprovecharon el altavoz que les dio el Palau para hacer frente común por una demanda que ven imprescindible en el acuerdo. Todos coincidieron en reclamar el respaldo de la Generalitat para conseguir que el Gobierno flexibilice el marco normativo y libere a los ayuntamientos de los corsés que limitan su capacidad de gasto, impidiendo gastar el superávit. El alcalde de València, Joan Ribó, advirtió de que a su consistorio se le acaba el remanente de 2019 como consecuencia del gasto social desplegado. «Es indispensable decirle a la ministra que libere los recursos del año anterior. No podemos continuar en esta situación», manifestó. A la llamada de auxilio se sumó la alcaldesa de Castelló. «La Generalitat está infrafinanciada, pero las administraciones locales también requieren más financiación y para eso necesitamos el apoyo de la Generalitat», ahondó Amparo Marco, que instó a clarificar las competencias de los consistorios.

Los dirigentes del PP presentes en la reunión mostraron su adhesión a la mesa de reconstrucción institucional. El alcalde de Alicante, Luis Barcala, elogió la «sensibilidad» del president por «tener en cuenta al municipalismo», aunque exigió una verdadera cooperación y coordinación entre administraciones. «Los ayuntamientos no podemos ser quienes soporten sistemáticamente la carga de toda la gestión. Necesitamos fondos y ayuda», incidió.

En la misma línea, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, destacó su predisposición a llegar a un acuerdo y el «buen nivel de coordinación» mantenido hasta ahora con la Generalitat. Mazón dijo que la música de los documentos de partida abordados le gusta, pero advirtió de que lo importante es escuchar la letra y poder incorporar aportaciones, a tiempo que pidió evitar que el diálogo se quede en meras voluntades y que se plasme en soluciones eficaces. «Es el momento de ser contundentes y rápidos», remachó el presidente alicantino, que animó a Puig a «ser lo más reivindicativo posible ante las necesidades de recursos de ayuntamientos y diputaciones».

Rubén Alfaro, presidente de la FVMP, también hizo hincapié en el malestar de los alcaldes con la actual reglamentación y el marco de sostenibilidad que les constriñe. Alfaro recalcó que, para alcanzar un gran acuerdo, es necesario que se flexibilice el uso de los remanentes y el marco de competencias de los municipios.

Para el presidente de la Diputación de València, Toni Gaspar, la epidemia ha evidenciado «los deberes por hacer», que llamó a solucionar «desde la undiad y el trabajo en equipo».

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