Derecha e izquierda no recibieron igual ayer en las Corts a los agentes sociales, que iniciaron las comparecencias en la comisión de estudio para la reconstrucción de la Comunitat Valenciana. La derecha, en la línea histórica, se alineó con las tesis de la patronal y enseñó las uñas a los representantes de UGT y CC OO. Los grupos del Gobierno del Botànic, en cambio (es un cambio con respecto al pasado) se mostraron cómplices con los grandes sindicatos, como era de esperar, pero mostraron proximidad con el presidente de CEV. Aitana Mas (Compromís) aplaudió que defienda la unidad de acción y Manolo Mata (PSPV) expresó «cierta admiración» por Salvador Navarro.
El máximo representante de la patronal valenciana pidió eliminar burocracia, «adelgazar» la estructura política del Consell, incrementar la inversión en I+D+i, impulsar la colaboración público-privada (defendió el modelo Alzira) y no aumentar la presión fiscal sobre las empresas. Mostró asimismo sus reticencias sobre el ingreso mínimo vital, que debería ser, dijo, un esfuerzo coyuntural y ligado al empleo, porque «si no, se puede crear bolsa de fraude importante».
Navarro se declaró más crítico «en clave nacional que autonómica», porque «el Consell ha contado con los agentes sociales».
Mientras, Ismael Sáez (UGT) y Arturo León (CC OO) abogaron por una fiscalidad más progresiva, reforzar los sistemas de protección públicos, sobre todo la sanidad, y revisar un sistema laboral que León calificó de «injusto». Sáez defendió ampliar los ERTE.