Los locales de ocio nocturno están protagonizando algunos de los brotes más potentes que se extienden por la C. Valenciana. El mayor es el de Gandia, que en una semana alcanza los 84 contagiados. Como consecuencia, Sanidad decretó solo tres días después de su estallido el cierre total de este tipo de establecimientos durante al menos dos semanas. Sin embargo, el Consell no contempla por el momento extender esta medida a toda la Comunitat Valenciana, pese a que expertos consultados por este diario alertan del peligro de este tipo de reuniones sociales -sobre todo en espacios cerrados- por la dificultad que implica en las labores de rastreo si se da un brote en estos lugares.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dijo ayer que «de momento no hay ningún tipo de alarma» por la incidencia del ocio nocturno en la evolución de la pandemia y pidió «no estigmatizar» al sector. Para mantener estos establecimientos seguros, apeló a una «alianza» entre empresarios y usuarios de estos locales, ya que es un «ejercicio de corresponsabilidad». En cualquier caso, el president advirtió de que «se tomarán las decisiones oportunas» en caso de detectar brotes que afecten de forma directa a estos espacios.

La complejidad que entrañan estos focos reside en la dificultad del rastreo por la cantidad de personas sin vínculos que comparten espacio y la alta transmisión que pueden provocar los positivos. De hecho, la Generalitat ha realizado dos grandes despliegues en Santa Pola y en Peñíscola para testar a las cientos de personas que acudieron a esas discotecas los días en los que surgió.

«La reacción ha sido muy buena», destaca Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública en la Universidad Miguel Hernández, si bien advierte del «muy alto» riesgo que entraña el ocio nocturno. «Complica el rastreo y favorece la transmisión», avisa, ya que «quien no acude» a los centros de testeo «se pierde» y, al ser un perfil de gente joven, «suelen ser asintomáticos». Por eso, pide vigilancia policial sobre estos locales para verificar que cumplen la normativa. Una tesis que comparte uno de los rastreadores de la Generalitat, que resalta que estos brotes no se siguen como el resto, ya que hay muchos contactos inconexos y la protección de datos complica su labor.