El Colegio de Farmacéuticos de València (Micof) destaca que gran parte de la población recurre a ellos para tratar síntomas menores por ser el personal sanitario más cercano, especialmente en pequeños municipios y zonas despobladas, y subraya que esta labor contribuye a la «optimización de los recursos sanitarios para mantener la sostenibilidad del sistema nacional de salud».

Durante el pasado año cada una de las 1.242 farmacias repartidas por la provincia de Valencia atendieron a una media de 2.065 ciudadanos, según fuentes de la entidad colegial, que han señalado que el trabajo de los farmacéuticos y su atención directa a la población «termina así facilitando la labor en Atención Primaria, sobre todo cuando se trata de síntomas de carácter leve».

Las fuentes recuerdan que el estudio Indica+PRO, que vio la luz el año pasado, llegó a la conclusión de que se podría generar un ahorro de hasta 121 millones de euros anuales en la Comunitat Valenciana entre los pacientes que acudieran directamente a una farmacia comunitaria ante síntomas menores y de que casi un 70 % de las consultas por síntomas menores podrían transferirse y tratarse en la Farmacia Comunitaria.

Con la llegada del verano y el calor, los dolores de cabeza, los problemas digestivos o las picaduras «son una constante entre la población, junto a otros síntomas menores habituales en esta época del año que, aunque leves, son molestos y requieren en muchas ocasiones de un tratamiento que permita seguir disfrutando del buen tiempo y de las vacaciones».