La última actualización de datos sobre la epidemia del coronavirus por parte de la Conselleria de Sanidad deja una cifra alarmante en lo que se refiere a las residencias de mayores. La conselleria confirmó que el número de residencias de mayores con algún caso de coronavirus ha subido, y de 52 centros con algún caso se ha pasado a 54. Pero el dato que se ha disparado es el de residentes que han dado positivo en el último día: 73 nuevos casos de coronavirus entre residentes y 12 trabajadores más se han contagiado de la covid-19.

Cabe recordar que hay residencias de mayores que cuentan con algún brote detectado por Sanitat como es el caso de Pilar de la Horadada, donde la última actualización hablaba de 64 infectados, otro centro en Torrent , la residencia Lope de Rueda, donde todos sus internos dieron positivos y la residencia de gestión privada Canalejas, en Alaquàs, que también ha sido intervenida por registrar un brote en sus instalaciones.

La notificación tardía de los nuevos positivos asociados a estos brotes explicaría la acumulación de nuevos casos detectados entre mayores internos en residencias aunque cabe la posibilidad de que hayan nuevos brotes en otras residencias que todavía se desconocen, ya que la Conselleria de Sanitat no está informando de los brotes en residencias, ni siquiera por municipios afectados en la actualización diaria que hace de nuevos focos.

Desde la Generalitat también informan del número de instalaciones dependientes de la administración autonómica que cuentan con algún positivo. Así, según la información emitida ayer por el departamento de Ana Barceló, en estos momentos hay cinco centros de personas con diversidad funcional con algún positivo por coronavirus mientras que hay otros cinco centros de menores afectados por al menos un contagio de la covid-19.

Los datos de las últimas 24 horas dejan cinco fallecidos más por lo que el total de defunciones alcanza las 1.543 personas. De estas, 574 fallecidos se encontraban en residencias de mayores antes de contagiarse del virus, 493 durante la primera ola registrada hasta el 30 de junio cuando las residencias de mayores se convirtieron en uno de los grandes agujeros negros de la epidemia.

Durante la segunda ola parecía que estos centros habían esquivado el virus que tenía en los jóvenes, muchos de ellos asintomáticos, su principal vector de contagio. Sin embargo, en las últimas semanas, las residencias han tenido que volver a incrementar sus medidas de seguridad para evitar que la covid-19 entre en sus instalaciones con la misma virulencia. Casos como los de Torrent o Pilar de la Horadada encendieron las alarmas y el cerrojo se ciñe ahora sobre estas instalaciones.