«Los mayores no son un negocio», «por una calidad de vida digna». Bajo estos dos lemas, más de una treintena de familiares de personas residentes en el centro de mayores de Llíria DomusVi se concentraron ayer frente a las instalaciones del geriátrico para exigir a la Generalitat Valenciana la «intervención inmediata» de la residencia tras las imágenes de malos tratos y abandono de los usuarios que se conocieron la pasada semana. La indignación, el miedo y la incertidumbre por la situación de sus seres queridos flotaba en el ambiente. «La conselleria „de Igualdad„ nos dice que está en ello, pero eso no nos vale. Exigimos que intervengan la residencia y 24 horas de vigilancia oficial», defendía ayer Antonio, cuyo padre es una de las personas que residen en el centro. Su malestar es compartido por todos los asistentes al acto de protesta. También la inquietud, pues desde el martes, cuando salieron a la luz las desgarradoras grabaciones, los familiares aseguran que no han tenido noticias desde la dirección del centro. «¿Qué está ocurriendo?», exigía conocer ayer María, que ingresó en junio a su madre en esta residencia y ayer, cinco días más tarde de las inquietantes imágenes, seguía sin noticias. «Estamos muy preocupados, ruego a los servicios sociales que agilicen la intervención. La época covid es ya dura de por sí. Con el virus no hemos podido entrar y la información es escasa... y estas imágenes solo agravan la situación», relataba sensiblemente nerviosa. Isabel también tiene a su madre en la residencia DomusVi de Llíria y quiso exponer lo que, a su entender, es el verdadero problema del centro, la falta de personal. Lo hizo después de que Maika, residente en Requena y con su madre también en este geriátrico, asegurara ante los medios que había podido entrar esa misma mañana a verla y que «estaba muy bien, aunque solo he estado fuera». Sin embargo, Isabel quería matizar sus palabras y denunciar una diferencia que entiende fundamental en la situación de las personas mayores, basada en el estado de salud de los internos. «No es maltrato, es abandono. Hay escasez de personal, por lo que la diferencia está en el grado de dependencia. No se pueden atender tareas como las duchas, el cambio de pañales...». Isabel denuncia que cuando ha podido visitar a su madre «nunca» ha visto «a más de cuatro trabajadores». Con su última afirmación arranca los aplausos de todos los manifestantes: «El director dijo que metería a su padre. Pues ahora va a tener plazas para meter a toda su familia», espeta en referencia a las palabras de José Luis Roselló, director de operaciones de DomusVi y que tras salir a la luz el escándalo insistió en las garantías de los centros que él gestiona. Durante la concentración, los familiares aprovecharon para recolectar firmas que hoy adjuntarán, junto a un manifiesto en el que recogen sus reclamaciones, en la sede de la Dirección Territorial de Igualdad y Políticas Inclusivas. En paralelo, y según informaron ayer algunos de los manifestantes, los familiares están estudiando interponer una denuncia colectiva contra DomusVi. Asimismo, está previsto que durante esta semana la Guardia Civil llame a declarar a los trabajadores y extrabajadoras de la residencia, incluida la empleada que grabó las imágenes, para contrastar sus testimonios en busca de esclarecer los hechos.