La Conselleria de Hacienda ha decidido implantar turnos de trabajo entre su personal de manera que la mitad trabaja de forma presencial y la otra con teletrabajo, con el fin de proteger a la veintena de funcionarios y funcionarias encargados de elaborar los presupuestos de la Generalitat para 2021. Este servicio, asignado a la dirección general de Presupuestos, trabaja físicamente en la conselleria aunque aislado en despachos con el fin de reducir el riesgo de contagios por coronavirus. La decisión ha traído cola y abierto un nuevo incendio en el seno del Consell.

Fuentes de la Conselleria de Hacienda indicaron que el presupuestos «es un instrumento esencial para poder iniciar el camino de la recuperación» y por ese motivo «en un acto de responsabilidad y prudencia», se ha organizado el trabajo de «forma puntual y muy singular» que consisten en hacer turnos para que el funcionario asignado a las cuentas pueda realizar su faena. « No podemos poner en riesgo que funcionarios insustituibles puedan verse afectados por un posible contacto», añaden.

La iniciativa se produce en plena polémica por la implantación del teletrabajo en la Generalitat, un asunto que enfrenta a las conselleries de Compromís con el departamento que dirige Gabriela Bravo. De hecho, Función Pública ha obstaculizado los programas específicos planteados por varias conselleries de Compromís para que su personal pudiera seguir teletrabajando tras el estado de alarma. De ahí que el asunto está escociendo ya en los ámbitos funcionariales de otros departamentos que consideran que es un trato privilegiado entre funcionarios y funcionarios.

Bravo ha impulsado un decreto para regular el teletrabajo que Compromís considera restrictivo. La norma se está negociando coincidiendo con el acuerdo cerrado en el ámbito estatal para incluir en el Estatuto Básico del Empleado Público esta modalidad de trabajo no presencial. .