Las matemáticas auguran que la evolución a corto plazo de la pandemia en la Comunitat Valenciana será la mejor de todo el país, lo que pese a ser esperanzador, ni mucho menos equivale a que esta sea la idónea. Así lo prevé el modelo diseñado por el Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos (Biocom-SC) de la Universitat Politècnica de Catalunya, que calcula, a través de siete indicadores epidemiológicos distintos y obtenidos a largo plazo, lo que se ha bautizado coloquialmente como «riesgo de rebrote».

El nombre científico es Índice de Crecimiento Exponencial (EPG por sus siglas en inglés) y en su elaboración se tiene en cuenta la incidencia acumulada a 14 días, los casos activos y totales, la mortalidad y la velocidad de propagación de los contagios o P7 (un índice evolucionado del Rt, la tasa que indica a cuántas personas infecta un positivo). En base a todos estos parámetros se obtiene el EPG, cuya unidad de medida es un número entero.

Originariamente —este índice se utiliza desde los primeros meses de pandemia y se ha ido afinando con el tiempo— se estableció una tasa entre cero y 100. Cualquier resultado inferior a 30 representa un «bajo» riesgo epidemiológico; entre 30 y 70 se eleva a «moderado»; entre 70 y 100 «moderadamente alto», y si sobrepasa los 100 se accede al peor escenario, en el que el riesgo de contagio es «muy alto».

Que la Comunitat Valenciana sea la mejor autonomía en un país con una media que casi triplica la cifra de máximo riesgo no equivale a que la pandemia esté bajo control, si bien confirma la tendencia a la mejoría a la que apuntan otros indicadores como la incidencia acumulada o el índice de reproducción básico. De hecho, es la única región que no está en el nivel rojo de alerta, según el EPG, y con una puntuación de 92 se sitúa en el penúltimo escalón.

La C. Valenciana registra la mejor evolución del virus en España

La media nacional está muy distorsionada por algunas comunidades donde la pandemia se ha descontrolado, especialmente Madrid y Navarra, pero hasta once autonomías doblan el índice de crecimiento que presenta la Comunitat Valenciana.

«Es simple y sirve de promedio porque combina distintas variables, pero hay que tomarlo con cautela», explica el doctor Salvador Peiró, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, en referencia a este sistema de cálculo informático. Asimismo, sí que confirma lo que muestra la tabla, ya que, según Peiró, la Comunitat Valenciana «es la que menos riesgo tiene actualmente» de todo el país y ese hecho «se observa también en otros indicadores».

El también director de la Fundación Instituto de Investigación en Servicios de Salud (Fisabio) se refiere a las tasas de incidencia acumulada y al Rt, por las que admite que suele «guiarse» él para analizar la evolución epidemiológica. La Comunitat Valenciana registra el segundo menor número de casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días en España (114,5) y el más bajo si se atiende solo a la última semana (43,37). «Desde hace diez días la situación está mejorando» a nivel autonómico, confirma Peiró. El otro parámetro clave es el Rt, que lleva todo el mes de septiembre por debajo de 1 en la región.

Pese a las buenas previsiones, y en la línea de lo apuntado por la propia consellera de Sanidad, Ana Barceló, en su comparecencia del jueves, Peiró apunta a que estas mesetas del virus no deben entenderse como signo de levantar las restricciones. Más bien al contrario, son «buen momento para dar otra vuelta de tuerca» y buscar un mayor control de la pandemia. «Todo lo que sea una incidencia de más de 10 por 100.000 es demasiado», zanja.

Junto a la incidencia acumulada, el Rt —o número de reproducción básico del virus— es el otro indicador epidemiológico al que los expertos otorgan una mayor relevancia. El número que ofrece esta tasa es el promedio de casos secundarios que cada persona contagiada puede llegar a infectar en una etapa de tiempo (t).

Por eso se tiene muy en cuenta desde la desescalada, ya que siempre que la cifra se sitúe por debajo de 1 se entiende que la transmisión está bajo control, ya que cada positivo, de media, transmite la enfermedad a menos de otra persona . Por el contrario, romper la barrera del 1 es síntoma de que los contagios crecen.

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En la Comunitat Valenciana, después de un verano de repunte, la tasa está resistiendo por debajo de 1 durante septiembre. El 31 de agosto se logró entrar en el territorio de control y, según el último informe del Instituto de Salud Carlos III, que mide su evolución semanalmente, el pasado día 18 se situaba en 0,81. La media nacional está en 0,99.

A nivel autonómico, el Rt no estaba tan bajo desde el 14 de junio, cuando marcaba 0,79. Justo con la extinción del estado de alarma, se disparó hasta marcar el pico de la segunda ola el 17 de julio (1,72). El récord está el 11 de marzo, cuando llegó a 2,65.