El presidente del Consejo General de Colegios de Médicos de España (CGCOM), el cordobés Serafín Romero Agüit, analiza la situación que la pandemia del coronavirus está causando en la sanidad en conversación con Diario Córdoba, del grupo Prensa Ibérica al que pertenece también Levante-EMV.

Según Romero, las diferencias entre primera y segunda oleada son que «la primera causó una mayor sobrecarga en los hospitales, pero ahora se está viendo más afectada la atención primaria y estamos ante una situación preocupante porque tememos que pueda ser el repunte de la primera oleada». Lamenta, además que «en junio, en la comisión de reconstrucción que se constituyó en el Congreso de los Diputados, expuse 45 medidas que los médicos entendemos que era necesario tomar, pero no se llevaron a cabo».

Romero indica que su propuesta se componía por varias medidas distintas: «En agosto, los médicos dijimos que, además de las medidas inmediatas y de la activación de reformas estructurales necesarias, era fundamental dar un ‘golpe de timón’ en la gobernanza contra el covid-19 si se quería evitar la segunda reactivación de la pandemia y un nuevo cierre de la actividad económica. Planteamos un escenario de mando único en salud pública para que cada región no adoptara sus propias decisiones».

Además, afirma que «el CGCOM se suma a la petición de The Lancet para hacer una evaluación externa de la gestión de la pandemia en España. Apoyamos esta evaluación y también un comité de expertos independiente. Deben ser expertos que cuenten con consenso político y que transmitan un mismo mensaje, bajo una agencia nacional de salud pública, sin protagonismo político. Tiene que haber un liderazgo compartido entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades en salud pública, con medidas iguales para todas ellas».

Pese a todo, Romero achaca los erros de la pandemia a la falta de recursos para los sanitarios. «Los colegios de médicos planteamos que los especialistas que acababan la residencia en mayo pudieran seguir en sus puestos con un contrato temporal, mientras duraba el estado de alarma sanitaria. Pero no se contrató a todos ni se lograron refuerzos porque los contratos eran precarios».