El jurado popular del juicio de la ‘viuda negra’ de Alicante permanecía encerrado anoche para deliberar tras recibir las indicaciones por parte del magistrado que preside el tribunal durante la entrega del objeto del veredicto. Sus miembros disponen de 72 horas para decidir si consideran a los dos acusados, Concepción Martín ‘Conchi’ y a Francisco Pérez, su cuñado y cuidador, autores materiales del asesinato del marido de la primera, apenas veinte días después de su boda.

El juicio, que se ha celebrado desde el pasado lunes en la Audiencia Provincial de Alicante, trata de determinar si Conchi, conocida como la viuda negra de Alicante, asesinó a su marido veinte días después de su boda con la ayuda de Francisco. Los acusados se enfrentan a 30 y 28 años de prisión, respectivamente según la petición de la Fiscalía, por el delito de asesinato con las agravantes de ensañamiento y aprovechamiento de las circunstancias de lugar y tiempo. En el caso de Conchi, además, se suma la de parentesco.

Los hechos se remontan al 22 de agosto de 2018 en torno a las 22 horas, en una zona costera de Alicante próxima a la playa de la Albufereta. Una policía de paisano que paseaba por una carretera cercana presenció cómo dos personas atacaban a una tercera en un aparcamiento. La agente, que ha intervenido como testigo en la vista, ha identificado a los dos acusados como autores materiales de la agresión. Según su testimonio, ambos atacaron a José Luis Alonso, un camionero jubilado de 69 años de Cantabria aunque con casa en Santa Pola, con un objeto punzante.

Mientras Conchi, quien en ningún momento se sirvió de la silla de ruedas que utilizaba intermitentemente, sujetaba a la víctima, Francisco le causaba más de 20 heridas en el pecho y el cuello, según el informe forense. Sin embargo, tanto Conchi como Francisco se han declarado inocentes y han señalado en sus declaraciones ante el jurado que el autor del crimen fue un desconocido, al que ninguno de los dos pudieron identificar. Incluso, Conchi ha asegurado que se había citado para celebrar una cena íntima.

Además de la petición de Fiscalía, la acusación particular, que representa a uno de los hijos del fallecido, solicitaba 31 años de cárcel para ambos por el delito de asesinato con las agravantes de alevosía, ensañamiento, uso de disfraz, abuso de superioridad y aprovechamiento de las circunstancias del lugar, tiempo o auxilio de otras personas.