El Consell estaría barajando otras opciones para subrogar a los 1.400 trabajadores de Ribera Salud en el departamento sanitario de Torrevieja cuando este vuelva a manos públicas en 2021 y no se repetiría lo hecho en Alzira hace dos años, según confirmaron ayer a este diario fuentes de la Generalitat. Es decir, desde la administración no se optaría por asumir a los trabajadores bajo la figura de personal laboral indefinido a extinguir que es la que se creó para las casi 2.000 personas de la Ribera.

Esta es una de las mayores incertidumbres del proceso de reversión de Torrevieja, el segundo que abre el Consell del Botànic y que arrancó ayer oficialmente con la notificación a la gestora del área, Ribera Salud, de que no habría prórroga del contrato. Y es que desde que se creó, la figura de personal indefinido laboral a extinguir generó dudas jurídicas ya que favorece que los subrogados puedan mantenerse en sus puestos de forma indefinida pese a no haber superado una oposición. De hecho, esa fue la promesa de la exconsellera Carmen Montón que llegó a asegurar que los trabajadores podrían jubilarse en sus puestos ya que estas plazas no se iban a sacar a concurso, solo las de nueva creación con las que se reforzó el departamento.

Otra opción que se barajó en su día fue la creación de una empresa pública para que los trabajadores se mantuvieran como lo que son, personal laboral, pero tampoco convenció esta vía en su día. Habrá que esperar para ver si se apuesta por esta vía con Torrevieja.

Por ahora, la cuenta atrás para la reversión ya ha comenzado oficialmente con la remisión ayer a la UTE Torrevieja Salud de una resolución firmada por la subsecretaria de Sanidad, Mónica Almiñana. En ella se anuncia a la unión de empresas que no se acudirá a la prórroga que prevé el contrato «para la mejor defensa del interés público y velando por todos los ciudadanos de la Comunitat Valenciana».

La notificación incluye también las normas para recibir el hospital y al personal de aquí a un año, el 15 de octubre de 2021 cuando finaliza oficialmente el contrato firmado en 2003. Estas normas suponen una hoja de ruta de todo lo que la concesionaria debe hacer y qué documentación debe presentar en el año que les resta al frente del área de salud para facilitar el cambio de gestión a manos públicas, como ya se hizo en Alzira.

La reversión de Torrevieja será la segunda que se acomete desde 2015 tras la llegada de Ximo Puig a la presidencia gracias al Pacte del Botànic. Uno de los pilares del pacto era, precisamente, aprovechar la fecha de finalización de los contratos con Ribera Salud para ir recuperando para la gestión pública las cinco áreas aún bajo concesión en 2015. De completarse la reversión de Torrevieja solo quedarían tres: Manises, Dénia y Elx-Crevillent.