El doctor Jules Alphonse Hoffmann es inmunólogo, Premio Nobel en Medicina y Fisiología y optimista en cada una de sus respuestas. En su opinión, la primera de las definiciones retroalimenta la tercera: «Soy optimista porque soy inmunólogo», apunta en la conferencia de prensa ofrecida por los Premios Jaume I de los que forma parte como jurado.

«Hay mucha calidad en los nominados, España ha progresado enormemente en la investigación», expresa como corolario final a una videoconversación en la que ni todas las preguntas de la covid-19 le arrancaron un mal designio. Comenzó mostrando músculo de la situación científica actual: «Nunca en la historia de la medicina hemos hecho tantos progresos en ocho meses como hasta ahora, de momento no hay un tratamiento directo, pero soy optimista». Por eso, se aventuró a lanzar una fecha para las primeras vacunas: «Si no en primavera, sí antes de julio».

Así, si hay una parte de la población a la que le asuste tanta celeridad en encontrar el remedio al virus, Hoffman vuelve a responder optimismo: «La competencia hace que todos estén en la misma carrera y vayan en la misma dirección, es como fabricar coches, que de alguna forma llevan a productos más seguros ». En su opinión, «si una vacuna resulta ser deficiente, será una pérdida de prestigio para la empresa que esté detrás».

Los únicos tonos negativos fueron hacia la politización del virus. «Es verdad que la geopolítica es un ámbito indescifrable», «lamento determinadas actitudes de líderes políticos de importantes países», «en estos momentos los políticos deberían apartarse y apoyar a la investigación científica» y «la diferencia de incidencia entre países depende de las decisiones políticas», fueron algunas de sus frases con dardos hacia los dirigentes.

Hoffmann, residente en Estrasburgo, pone de ejemplo el toque de queda en las ciudades de Francia y vuelve a sacar sonrisa entre palabras: «A mí no me preocupa esta restricción de las libertades individuales porque sé que es algo temporal». «Creo que hay que llegar al equilibrio y tener una actitud razonable», propone con el optimismo que da creer en los puntos medios.

Por último, recomendó para la segunda ola vacunarse de la gripe «para no luchar contra dos virus peligrosos a la vez» y su visión positiva de las cosas le brilló hasta en el vaticinio de que vendrán futuros virus: «Pero estaremos preparados».